Luis ReyesVarios historietistas opinan sobre la importancia de preservar a la historieta mexicana en la actualidad, su posible futuro y el uso de nuevas tecnologías. Sostienen que la historieta industrial “ya va de salida”, pues representa la muerte del impreso, desechable y vendido en puestos. Ahora, coinciden, se reacomoda en otros nichos.
Rafael Barajas El Fisgón acota que “en este país en el que priva la desinformación es urgente rescatarla, pues ayuda a popularizar diversos tópicos como el del salario mínimo. Si prendes la radio o la televisión encuentras que 'se cayó' la Bolsa Mexicana de Valores y lo que menos le importa a la gente es eso, lo que le interesa es su situación salarial”, acota.
Según El Fisgón, la gran fuerza de la historieta es que traduce a imágenes, situaciones que en principio son abstractas y es un género que toma en cuenta al lector. Tú puedes hablar de que el sistema se está cayendo y lo puedes mostrar de manera visual, lo cuál tiene un carácter didáctico.
Para este tipo de historieta, el también cartonista de La Jornada enfatiza que necesita información de primera calidad, pues temas como el neoliberalismo o el Fobaproa deben ser desglosados de manera clara a los lectores y para ello consulta a expertos en la materia.
“La salida de El Chamuco y los hijos del averno tiene un sentido político muy claro, contribuir a mantener la libertad de expresión. Sacar la publicación cuando el gobierno de (Felipe) Calderón tenía ganas de censurar en los primeros días de su gobierno”.
Para Ramón Valdiosera, pionero de la historieta en nuestro país refiere que la situación es crítica. “Los editores se volvieron millonarios, nunca pusieron una escuela para jóvenes talentos. Pudieron habernos apoyado, recordemos que México tuvo en Chamaco Chico y Pepín los únicos diarios de cómics en el mundo.
En lo que a la producción se refiere, Bachan resalta que la historieta se modificó gracias a la aparición de las computadoras. La mayoría de los nuevos dibujantes trabaja en programas como el Corel Painter IX, el Photoshop, el Freehand, el Word, el Painter -que según el artista imita más fidedignamente la experiencia de trabajar con papel-, el Indesign, que es el estándar de la industria editorial.
Para Bernardo Fernández Bef, trabajar en estos programas es más fácil corregir, almacenar, modificar “y el original se convierte en la copia impresa. El Internet te permite publicar en el extranjero o mandar tu material a otra ciudad en segundos”.
No obstante Ramón Valdiosera advierte: “Es una herramienta con la que nosotros de 1939 a 1959 no contamos, pero ¡cuidado! si uno se automatiza y no cultiva su creatividad, se hace dependiente”.
Aunque para Sixto Valencia, creador del Memín, la computadora es una herramienta fabulosa el proceso de hacer las historietas a mano le imprimía sentimiento. “En la computadora se ven muy parecidos los rasgos. Al estar dibujando a mano se nota el estilo de quien dibuja”.
La crisis en las ventas es un fenómeno que se manifiesta a escala mundial. Bachan que también trabajó para editorial Novedades manifiesta que salvo Japón y Francia el problema está en todos lados.
Armando Bartra considera que los diarios nunca le han apostado a un espacio estable en la historieta “pues es complicado y costoso”.
Afirmó que “como lenguaje no está muerta, hay gente que sigue y seguirá haciendo historieta. La historieta está para quedarse porque es un lenguaje, porque tiene clásicos, grandes obras, apasionados de hacerla y leerla; lo que si probablemente es historia es el tiraje y venta de millones de ejemplares, así como dibujar con un pincel, tinta, china, el restirador o lápiz.
“Debe ser rescatada, conservada, los grandes clásicos del siglo XIX y XX en México y en el mundo y tiene que ser consultadas por el todo público porque son tan clásicos como El Quijote, La Iliada y La Odisea”.
Bachan opina: “Yo me iría hoy en día a la red electrónica, en vez de pelear los escasos espacios en imprenta. En Internet, todos pueden verte sin filtros. El siguiente libro del Bulbo, por ejemplo se está creando actualmente online”.
Gracias a mi página electrónica Producciones Balazo tengo contacto con mis lectores. Hago mi promoción, aviso cuando estaré en algún evento y mis lectores van. No necesito las megadistribuidoras. Creo que en el futuro las editoriales tendrán que ser una empresa de servicio al autor de producción, impresión y envío”.
Para Betteo el Internet es un punto de apoyo, independiente, gratuito, sin remuneración económica, que puede ser un trampolín para que el artista encuentre su lugar en el medio impreso, probablemente fuera del país.
Pero no sólo la historieta ha encontrado nichos en Internet donde el dibujante se vuelve editor de su propio trabajo; también ha dado pie a la animación. Bachan realizó los primeros cortos de animación del comediante Polo Polo.
De igual forma El Fisgón ejemplifica: “En la red a la historieta puedes meterle movimiento como Patricio Ortiz en Los Miserables. En mi caso el cineasta Carlos Salces animó algunas historietas que hice sobre el tema de la reforma petrolera y se pasaron a un CD”.
Ejemplos abundan. El sitio electrónico
http://www.cartonclub.com.mx/ está dedicado a caricaturistas, y ofrece al lector la posibilidad de adquirir tiras cómicas o dibujos de Naranjo, Hernández, El Fisgón, Cintia Bolio. El interesado escoge la imagen que hasta por un año podrá utilizar con sólo llenar un formulario y pagar con su tarjeta de crédito o efectuando un depósito bancario.
Otro portal de Internet que tiene el propósito de informar o dar a conocer el trabajo realizado por diversos dibujantes, editoriales, festivales, eventos, convenciones en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos es
http://culturacomic.com/.
Betteo también trabaja el Concept Art, que maneja estilos gráficos y técnicas de ilustración para diseñar videojuegos, películas de animación y storyboards para comerciales.
“Veo con satisfacción que el público existe en Internet. Los estoy alcanzando y creciendo lentamente. A estas alturas, ya hasta puedo vivir de esto, por lo que puedo estar seguro que estaré creando material por años”.
Bef coincide que los web cómic sirven para promover tu historieta para que el público especializado se anime a comprarlo y confia que por primera vez se empiece a gestar un espacio dentro de las librerías. “Es el futuro como lo veo en la historieta. Mudarse a la librería, dejar atrás el puesto de periódicos y movernos en la dinámica de la industria del libro”.
Resalta dos editoriales encabezadas por mujeres que publican cómic mexicano. Resistencia, de Josefina Larragoiti Oliver que ha lanzado tres álbumes de cómics cortos. Por el otro lado, Caligrama que está apostándole a la novela gráfica acabo de publicar con Bachan la compilación de una historia que se llama Perros Muertos.
Al respecto, Sonia Batres, editora de Caligrama enuncia su labor: corrección de estilo, el diseño final de la edición, el registro de la obra ante organizaciones gubernamentales y sociales, la promoción del autor y la obra, la comercialización de la obra, la relación permanente con el autor y los lectores
“En otros países los artistas están tan especializados que difícilmente generan una obra individual, mientras que los artistas mexicanos son capaces de generar una obra en su totalidad. Allá existe la industria del cómic, aquí sólo existen esfuerzos aislados, y es lo que estamos tratando de cambiar”.
Bachan refiere que Marvel y DC son empresas que producen comics de calidad con buen dibujo, perspectiva, anatomía, color, proporción, y un ritmo de trabajo muy fuerte, “que aquí casi no tenemos. Llegar a publicar ahí te hace un extraordinario dibujante. Si hay algo que dejamos de explotar, es la parte ideológica, y la falta de atención a las historias que se están contando”.
“Quiero señalar que ya no es necesario emigrar. El más exitoso es Humberto Ramos. Trabaja para Marvel y ha dibujado Hombre Araña, Wolverine y sus propias historias. Lucas Marangón dibuja Star Wars para Darkhorse desde hace años”.
Sobre historietistas nacionales que tienen "en cajones" buenos proyectos enunció el caso de Pepeto en El Chamuco, Augusto Mora y Emmy Hernández.
En la actualidad para el creador de El Bulbo, nadie siguió a Rius, a Vergas. No tenemos un Jack Kirby (Estilo Marvel), un Osamu Tezuka (Japón) o un Moebius (Francia). Lo más cercano que tuvimos fue un Antonio Gutiérrez con Lagrimas y Risas, que hizo escuela con su estilo, pero ya es bastante viejo y no veo a nadie que lo reemplace.
“No tuvimos una industria que nos pusiera a un entintador, colorista, guionista. Edgar Clément, Betteo, Tony Sandoval, Ricardo García Micro y Lucas Marangón cuentan con un set de habilidades bastante más amplio que autores en otros países. Esto ya está siendo notorio, cuando un mexicano destaca en el extranjero lo hace por mucho”.
Bachan no catalogaría a una historieta mexicana, sino una historieta hecha en México. Y vislumbra un futuro optimista: “Mientras los lectores sigan pidiendo más historias, los productores estaremos en una carrera por dárselos. Tenemos que terminar con la idea de que el cómic tiene que seguir produciéndose en papel, ya que es un lenguaje que puede estar en pantallas, monitores, etc.”.
Bachan remarca que la historieta autoral se ha convertido como en una fábrica de franquicias, “de ahí salen ideas para hacer películas”.
Bef resalta Humberto Ramos, Tony Sandoval, Patricio Betteo, Bachan son gente de calidad para publicar en mercados globales. En general editores de cómic en Latinoamérica prácticamente no los hay. Siempre hace falta un editor y no me refiero al que pone el dinero sino a la persona que pueda tomar la distancia objetiva de tu trabajo para tener una opinión.
De su lado Bef recuerda que en anteriores ocasiones el gobierno se ha interesado por difundir y rescatar la historieta popular, y de esta manera, acercar a la gente a la lectura, aunque “no creo que valga la pena esperar esa iniciativa de la SEP. Todo lo que toca lo hecha a perder”, concluye.
Gantus, promotor de eventos de historieta confía en que si se tiene continuidad se generará una escuela que después producirán empresas que generen dinero y trabajo; “entonces podrá convertirse en una industria, con la diferencia que ahora se desarrollará de manera individual”.
Sobre el futuro de la historieta, Sonia Batres, editora de Caligrama, lo vislumbra brillante, “ya que contamos con autores muy talentosos. Necesitamos mantener el desarrollo de nuevas generaciones de artistas”.
Ramón Valdiosera asienta que los retos de la historieta son: capacitar a las futuras generaciones mediante la apertura de escuelas especializadas, instituir el Día del Historietista como en Argentina o Italia, conjuntar intereses afines entre el gremio historietil, llenar “los vacíos” y la falta de profesionalismo en el ramo, entre otros.
Valdiosera abrió el Centro Academia de Arte Secuencial (Av. 5 de Febrero # 493 col. Algarin. Cuauhtémoc); y está por abrir un Museo, donde se darán servicios educativos y profesionales a colegas, fans, coleccionistas, estudiantes y artistas.
Valdiosera concluye que hoy más que nunca políticos, editores, y creadores necesitan de la unión “limpia y franca, pues en ese barco llamado historieta vamos todos. Hay que cuidar el rumbo, carenarlo con calidad, con un velamen de imaginación y una brújula de legalidad”.