lunes, 10 de diciembre de 2012

México, ¿por qué?

Luis Reyes Durante una comida tuve una cálida conversación con Víctor. Él como ciudadano interesado en la política, me hizo la siguiente pregunta: ¿Por qué la televisión mexicana le dedica tan poco tiempo a la ciencia y la tecnología? Excelente cuestionamiento, dije para mis adentros, pero a la vez no supe qué responder en el momento porque a mi parecer existen diversas causas. ¿Por qué se le dedica más tiempo a la pelea que habían sostenido Manny Pacquiao y Juan Manuel Marquez, donde el mexicano se llevó la victoria con un nocaut sorprendente, o a la desaparición de la cantante grupera Jenny Rivera?, donde hasta Joaquín López Dóriga apareció en un segmento informativo el pasado fin de semana. Sin menospreciar intereses particulares, ¿por qué Carlos Loret de Mola sólo le asigna dos minutos al segmento cultural de Nicolás Alvarado y a las secciones de deportes de Toño de Valdés, o de espectáculos de Mauricio Clark le ofrecen más tiempo? En principio le respondí que quizá tiene que ver en parte porque el nacimiento de este medio electrónico se dio dentro de un modelo comercial, escogido por el Presidente Miguel Alemán Valdés, allá por los años 50, mismo modelo que le permitió a Televisa crecer como emporio mediático y sin competidores durante mucho tiempo, hasta los 90 cuando Televisión Azteca llegó como un adversario, donde Ricardo Salinas Pliego era visto por "El Tigre" Emilio Azcárraga Milmo, como un empresario inexperto en el ramo de la pantalla. Me viene a la mente otra más. Porque la empresa dominante en aquel momento impuso sus condiciones en un mercado frente a otros competidores. Miremos el mercado de televisión abierta. Una empresa dominante como Televisa usa un tipo de programación que le funcionó y le ha funcionado durante décadas; Televisión Azteca sólo llegó a repetir dicho modelo y privilegiar el rating conforme a sus intereses empresariales y por ello también se dedicó a transmitir los programas que le generaran mayor ganancia. Una de las razones que Víctor me daba era que en México tenemos la televisión que queremos y eso se refleja en los programas. Me decía que los estudios de mercado efectuados por las mismas empresas demostraban que ese tipo de programación es la que como mexicanos queremos ver. Sin embargo, difiero un poco de esta afirmación, pues al ser estudios con fines lucrativos, sólo muestran lo que la televisora programa para que el anunciante (llámese Bimbo, Coca Cola, Corona, etc.) lo siga haciendo y con ello, vender mejor sus espacios publicitarios. No es lo mismo anunciar Corona en la pelea Pacquiao-Marquez, que en un partido de futbol soccer "de medio pelo" entre Atlas-Tigres. Eso es muy relativo, porque quizá a los que no les gusta el box, prefieran observar el encuentro de futbol. El gusto se rompe en géneros y no todos queremos ver lo que dicen los estudios de mercado. Y todo esto viene a colación porque el pasado domingo, el nuevo Presidente Enrique Peña Nieto acudió a signar el Pacto por México y con ello, iniciar el proceso de licitación de dos cadenas de televisión abierta, el cual se llevará en mayo, según anunció la semana pasada, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes. "Las dos cadenas (de televisión), el presidente (Enrique Peña Nieto) fue muy claro, en los próximos 3, 4, 5 meses máximo (se publicarán las bases y convocatoria de la licitación), y creo están las condiciones". Sin embargo, hay una piedra en el zapato, ya que en este Pacto por México el punto diez habla de ofrecer "de manera gratuita" las señales de Televisión Azteca y Televisa a todos los operadores del servicio de televisión de paga. Esto último no les gustó a los barones Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego. El compromiso de Peña Nieto lo echaron abajo en menos de 24 horas, tal como lo narra esta semana Jenaro Villamil en la revista Proceso. ¿Qué se puede esperar de estas nuevas cadenas? En principio mayor competencia en el sector y es posible que éstas mantengan la misma propuesta programática que ofrece el duopolio. La realidad es que el Estado Mexicano seguirá preservando los intereses de unos cuántos, los cuales nos seguirán recentando box, telenovelas y desgracias en el mundo de la farándula. Enrique Peña Nieto comenzó con el pie izquierdo con el llamado "must offer" y parece que sucumbirá a los chantajes del duopolio durante su sexenio. Será interesante conocer quiénes serán los nuevos interesados para participar en la licitación de las dos cadenas de televisión abierta, ya falta poco y ojalá diversos sectores de la sociedad se pronunciaran por el tipo de televisión que les gustaría ver.

lunes, 22 de octubre de 2012

Somos más Carrilla que hasta caemos Gordillo

Luis Reyes ¡Noooooooo! Se escucha a lo lejos de la tribuna. Un aficionado llora con la bandera de su equipo auriazul. 5-0 el marcador del Tigres-Pumas. Una vergüenza, el equipo y el director técnico Mario Carrillo. Y la televisión mexicana ya sea Televisa o Televisión Azteca morbosamente pasan y pasan la imagen de un mexicano chillón, desbordado por la frustración de ver a su equipo perder en un simple partido de futbol. Entonces viene la ira. ¡Saquen al ex americanista Carrillo del equipo! Es el reclamo y ahora la gran mayoría especula sobre su salida si pierde con los pollitos de Coapa, que a su vez se emocionan con un triunfo pírrico en el Estadio Azteca para aspirar a la liguilla. Sin embargo, todo es distinto para los líderes sindicales. La "Moustrillo" Elba Esther Gordillo y el jefe de Jefes, Carlos Romero Deschamps, quienes fueron reelectos el sábado sin ninguna oposición al frente de sus sindicatos, total seis años más. La chiapaneca que fraguó el fraude de 2006 para que con los votos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ganara Felipe Calderón, se hizo del cargo desde 1989; y Deschamps, vinculado con el Pemexgate que financió la campaña de Paquito Labastida llegó al poder de su gremio en 1996. Qué pena, muchísima pena y más pena que exista mexicanos que dentro de sus sindicatos sigan exprimiendo el erario y manteniendo en el poder a momias políticas. Que existan legisladores que vayan a aprobar la reforma laboral sin promover cambios para proteger al trabajador como se requiere, favorecer a los grandes intereses empresariales porque según nuestros senadores, los diputados hicieron "una estupenda labor". ¡Mother Fuck! Que existan trabajadores que se rascan las pelotas en sus respectivos trabajos y sólo extienden la mano para no trabajar. Así es mis amigos, sigamos jugando futbol, no perdamos esa pasión, sigamos cerrando los ojos a la política, sigamos promoviendo este México, con políticos tan mediocres que no están a la talla de los retos que exige el país, total. Sólo en México se pide la renuncia de un pésimo director técnico en pocos días, mientras que un político fraudulento lo perpetuan durante años, porque así está bien, porque somos más Carrilla que hasta caemos Gordillo.

jueves, 2 de agosto de 2012

Las artemisas aztecas

Luis Reyes Con gran emoción, las arqueras Aída Román y Mariana Avitia le dieron una nueva alegría a México, al ganar las medallas de plata y bronce en la categoría de tiro con arco, deporte que ha adquirido en fechas recientes gran simpatía y que con esta participación histórica, obtiene las primeras preseas olímpicas como disciplina para nuestro país. Con un tiro de desempate, la campeona olímpica de equipos por Corea del Sur, Ki Bo-Bae, se adjudicó el oro tras derrotar a Román, quien antes tuvo que vencer a Avitia para llegar a la ansiada final. Este año, Bo-Bae ha ganado dos medallas de oro en las categorías individual y por equipos en la Copa del Mundo, lo que le permite ser la mejor arquera del planeta. Además logró oro en equipos mixtos en los mundiales de Turín y bronce en la prueba por equipos. Con ello, México suma cuatro medallas (tres de plata y una de bronce) en estos Juegos Olímpicos celebrados en Londres y coloca a dos atletas de nuestra nación en el mismo podio, escenario que no sucedía desde 1984 cuando Ernesto Canto y Raúl González, lograron medalla de oro y plata en la prueba de marcha de 20 kilómetros en Los Ángeles, Estados Unidos. Avitia es originaria de Monterrey, Nuevo León y con apenas 18 años, participa en sus segundos Juegos Olímpicos. Durante su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, obtuvo dos medallas de plata y cuatro de bronce; mientras que la capitalina Román –de 24 años y egresada de la licenciatura de Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México—, en la misma justa deportiva efectuada en Puerto Rico, tuvo una destacada participación al lograr siete medallas de oro y una de plata. Una competencia cardiaca en la que dos artemisas mexicanas dieron lo mejor de sí, que se entregaron y que de nueva cuenta, son las mujeres, las que en últimas fechas nutren de preseas a nuestro país, lo que es digno de mencionar. Por otro lado, es una actuación formidable para el tiro con arco, a pesar de que los hombres obtuvieron un destacado cuarto lugar en equipos, porque esta disciplina ubica a México como una potencia en el globo terráqueo, y lo confirma como digno contendiente en el futuro. Y qué decir de Bo-Bae, campeona que nos entregó una postal de humildad y de ejemplo, al bajarse del podio y abrazar a las mexicanas cuando iba a recibir su medalla, lo cual demuestra que el deporte engrandece al hombre cuando reconoce en su oponente la valía y el tesón que se tiene para alcanzar la excelencia, sea de la nacionalidad que sea. El ser humano como tal, sin banderas, sin colores, sin himnos, sólo el ejemplo de lo que el cuerpo y la mente humana son capaces de lograr cuando se conjuntan ambas en un objetivo en específico. Bien por las mexicanas, porque detrás de ellas hay el esfuerzo enorme de un entrenador que corrige hasta el cansancio los errores, que transmite la paciencia hasta alcanzar los aciertos, que motiva con una sonrisa, que te exige quizá con lágrimas y sudor a alcanzar la más perfecta imagen de lo que puedes ser cuando en verdad quieres lograr estar en la cima. Michael Jordan decía: “Si cumples con el trabajo, obtienes recompensas. En la vida no hay atajos”, es cierto.

martes, 10 de julio de 2012

Los peones del ajedrez

Luis Reyes. El resultado de las elecciones presidenciales que dieron como virtual ganador al candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, sólo ha reflejado el malestar y la indignación que existe por la manera en que el PRI obtuvo el triunfo mediante la compra de votos. La coincidencia es recurrente para aquel 60 por ciento que no votó por Peña Nieto: la elección fue legal pero no es completamente legítima. El jueves sabremos si los partidos de izquierda piden la anulación o la invalidez de la elección por la presunta compra de votos a través de las tarjetas de la tienda Soriana que el PRI repartió para favorecerlo; el PAN manifiesta que no acompañará a la izquierda en esta travesía, pero "está posición de que se castiguen casos como el de Monex", el cual fue denunciado por éste partido, al indicar que el PRI rebasó el tope de campañas, debido a la operación de voto mediante tarjetas de pago de esta empresa bancaria sin nombre al portador. El candidato del tricolor se ostentó como indiscutible ganador y las televisoras junto con el Presidente dieron un madruguete. Las encuestas de salida y el conteo rápido del Instituto Federal Electoral (IFE) lo dieron por ganador, a pesar de que aquel 6 de julio, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) apenas comenzaba. Los gobiernos de Estados Unidos, Colombia, Chile, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, Uruguay, Francia, España y China, ya lo reconocen como Presidente y parece que así será, pero será hasta el próximo 6 de septiembre cuando del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), reciba su constancia de mayoría, es decir se valide la elección. Hoy, Peña Nieto se defiende y le responde al Presidente Felipe Calderón que las acusaciones de compra de voto son “un montaje, una mofa y una burla al voto libre y razonado de los mexicanos. Son un montaje de la oposición y de quien no ha reconocido (el resultado). Son infundios absolutos, una mentira que se quiere hacer verdad que han dañado y confundido”. Las pruebas, faltan pruebas, pero lo declarado por EPN es una desfachatez cuando hay testimonios de personas que vendieron su voto y que salieron a reclamar precisamente porque no les cumplieron. "Peña no cumple". Los convocantes a las marchas contra Peña Nieto se fundamentan contra la imposición de éste; el movimiento estudiantil #Yosoy132 marca una ruta que en un principio es uno de sus postulados: revisar el proceso para tener una tercera cadena nacional de televisión abierta, pero también ha sufrido el desprestigio y la desconfianza en la sociedad, causado por la infiltración de todos los partidos políticos. Como usuarios de redes sociales nos quejamos, enojamos, pataleamos y nos cerramos al discurso del otro. Seguimos confrontados y distanciados con familiares, amigos, vecinos o conocidos por no tener la paciencia de escuchar al otro. La descalificación, la persecución y el linchamiento por pensar distinto, el no respetar las ideas, creencias o maneras de observar el mundo cuando éstas son diferentes o contrarias a las que nos enseñaron en casa. Michel Walzer en su libro Tratado sobre la Tolerancia, habla de cinco niveles de la tolerancia: Uno, consiste en la aceptación resignada de la diferencia para mantener la paz; dos, es la indiferencia pasiva y relajada ante la diferencia; tres, es reconocer el derecho que tienen los otros a ejercer sus atributos, aunque no sean atractivos para nosotros; cuatro, que somos capaces de buscar la apertura, la curiosidad, las ganas de aprender, y la quinta, es la actitud tolerante de adhesión y admisión entusiasta por la diferencia. Walzer dice que para alcanzar la tolerancia como seres humanos debemos tener una adhesión más entusiasta por abrirse a otros mundos y realidades. Deberíamos preguntarnos en qué nivel de tolerancia estamos y qué soluciones tenemos para cambiar como país, no en confrontarnos mútuamente mientras los políticos siguen el juego en el que nosotros parecemos sólo peones de ajedrez.

martes, 26 de junio de 2012

Voy con AMLO, porque si Televisa impone a Peña Nieto, poco le falta para que un concesionario sea Presidente

El poder ideológico de Televisa influyó para imponer la imagen de Enrique Peña Nieto, un candidato que al principio de su campaña no pudo siquiera responder cuáles han sido los tres libros que lo marcaron en su vida y que por redes sociales fue mordazmente criticado. Que yo recuerde en Televisa no ví en alguno de sus noticieros que le diera cobertura al reparto ilegal de despensas del tricolor; por el contrario, se dedicaron casi al cierre de campañas, de minimizar las anomalías detectadas en estados de la República sobre las operaciones Carrusel y Ágora que le darán millones de votos a Peña Nieto en el supuesto de lograr su cometido; esperemos que el Instituto Federal Electoral resguarde como se debe estos comicios porque podría desencadenar escenarios complicados. Sólo pregúntémonos en qué ámbito no tiene presencia Televisa, porque ésta está omnipresente en la población; en el Estado (Telebancada); dentro de la familia (programación); en los negocios (fusión Televisa-Iusacell); en los partidos políticos, sindicatos y organizaciones civiles. Además, desde sus cadenas nacionales estableció la agenda política y ha magnificado hasta el cansancio la idea dominante de que Peña Nieto ya es inalcanzable. Este sexenio será recordado por haber aprobado su fusión con Iusacell, la cual sólo maximizará las libertades y derechos de ambas empresas; y reducirá o eliminará el de los ciudadanos. En el futuro los políticos seguirán todavía más maniatados en aparecer en la televisión para proyectar sus carreras políticas, un cáncer mediático y fáctico que ellos mismos engendraron y que ha crecido de manera muy peligrosa. Así, Televisa seguirá amparada en la libertad de expresión como un poder “oculto” para difundir encuestas, sondeos, mesas de discusión y analistas que servirán como mecanismos de manipulación y estandarización de la opinión pública. Por otra parte, lo positivo que dejaron estas elecciones a mi parecer fue que tanto Facebook como Twitter, se estrenaron como eficaces herramientas políticas para contrastar las campañas de todos los candidatos y serán recordados los famosos bots en Twitter para inflar la popularidad del candidato presidencial del PRI, aquellas entidades ficticias que multiplicadas por miles le permitieron al señor spot mantenerse vigente, omnipresente y puntero, pues en un principio los tuiteros afectaron su campaña. Que el poder del ciudadano radique en observar el crisol informativo que existe y no sólo esa fábrica de sueños políticos que se ha convertido la televisora de Emilio Azcárraga Jean, empresa desacreditada por The Guardian y que, en el futuro, difícilmente podrá reconstruir su credibilidad. Sigo en lo dicho, una de las razones por las que mi voto será por Andrés Manuel López Obrador es porque ha sido el que se ha expresado más abiertamente a fomentar la competencia en el ramo de las telecomunicaciones; observo más reticencia en Josefina Vazquez Mota y Enrique Peña Nieto, pues tienen cuentas pendientes con la televisora. Nada está escrito. Finalmente, ninguno a la telebancada más grande de la historia y que por mencionar algunos se encuentran: Arely Gómez, hermana de Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticieros Televisa; Tristán Canales, expresidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión; además de Javier Orozco Gómez y Gerardo Flores Ramírez, senador y diputado por el Partido Verde Ecologista de México; entre otros. Si ahora Televisa es capaz de imponer un Presidente priísta, poco les falta para que un concesionario televisivo se convierta en el nuevo Ejecutivo, eso sí lo permitimos. Luis Reyes

viernes, 15 de junio de 2012

Las hormigas y los pájaros

Ayer por la tarde decidí descansar un momento del trajinar diario, darme un respiro a esa vida que se nos escapa moviéndonos de un lado a otro,de aquí para allá, de allá a acullá. Estaba tan cansado que decidí refrescarme un poco en el patio de la casa de mis padres con una buena cerveza en la mano y sentarme a contemplar lo que sucedía a mi alrededor. A pesar de que coloqué mi silla en la sombra, hacía tanto calor que sudaba por las mejillas, mis extremidades pegajosas, y mi cuerpo sentía esa modorra molesta que nubla los ojos, que incomoda, que te hace bostezar con ganas. No quería hacer nada, sólo perderme un poco del mundo terrenal y tener un poco de paz interior, no de la budista, pero sí la suficiente para continuar trabajando. Así que sin más preámbulo, estiré las piernas y apoyé mi espalda sobre el respaldo. A lo lejos pude observar el nido de unos pájaros. En su interior había unos polluelos con hambre. Uno de ellos, con las plumas desaliñadas, tal vez porque eran cuatro y no cabían del todo en el lecho en donde esperaban ansiosos que les trajeran un bocado. Pronto, divisé la llegada de uno de sus padres. Voló intrépidamente hacia el nido y dentro de su pico ya les llevaba el alimento necesario, o al menos eso pensé, porque todos gorjearon al unísono, se asomaron intempestivamente y sacaron sus cabezas para comer de manera desesperada. En unos segundos se habían devorado lo que quizá se llevó un buen tiempo poder conseguirlo y seguían hambrientos, lo supuse porque sus miradas esperaban algo más. "¿Donde lo habrá conseguido? Quién sabe". El ave que habia llegado, alzó su vuelo de nueva cuenta en busca de más provisiones. Una visita pequeña y los polluelos habían quedado de nuevo solos, solitos, esperando su regreso. Se acurrucaron de nuevo, se arrejuntaron y luego, el silencio. Luego, fijé mi mirada en una avispa muerta que estaba en el suelo. Era enorme. De haber estado viva con todo y la somnolencia que me cargaba en aquel instante, hubiera salido corriendo del lugar si ésta hubiera querido molestar mi cómodo descanso. Pronto, llegó una hormiga negra y la rodeó, como asegurándose de que efectivamente estuviera sin vida. Intentó moverla ella misma, pero no pudo. Otras de su especie recorrían los senderos buscando, hurgando y divisando el horizonte, para encontrar más alimento. Total que la diminuta hormiga se dio por vencido y comenzó a dar vueltas, como avisando a las demás que necesitaba de su ayuda. Así, se fueron acercando otras más para llevar una provisión tan suculenta a su hormiguero. La fueron arrastrando, poco a poco y me pareció una tarea muy complicada porque a simple vista la avispa era aproximadamente 15 o 20 veces más grande que todas esas pequeñitas que sin cesár, empujaban con todas sus fuerzas el cadáver de aquel insecto. Tomé mi cerveza y le dí unos gluc, gluc, gluc, gluc y un ¡ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! Deliciosa a mi paladar, en medio de un calor infernal que no cesaba. Me preguntaba si las hormigas no sentían el calor en sus patas, pues la zona donde remolcaban a la avispa estaba pavimentada. Pobres me dije y miré las chanchas que recubrían mis pies. Calculo que el periplo que efectuaron estas criaturas titánicas, había sido de unos 15 metros e imaginé que su hormiguero estaría en la tierra. Para mi sorpresa, no fue así. Las hormigas comenzaron a trepar la pared de seis metros que estaba frente a mí. Yo estupefacto pensaba: "Qué locas, ¿lograrán subir ese insectote hasta arriba?". Escéptico observaba su gran fortaleza. Subían y subían, subían poco a poco, lentamente. Valientes siguieron escalando y avanzaron un metro. Perplejo me quedé. Ahora dudaba que las mismas que se habían aventurado a esta locura lograran su cometido, porque lo que habían logrado lo perdían fácilmente, retrocedían. Avanzaban un paso, y volvían hacia atrás tres. Volvía a cuestionarme si lo conseguirían, porque así estuvieron unos diez minutos y me convencía que pronto se cansarían y mejor renunciarían a lo que habían comenzado. Ya no pudieron. De pronto se quedaron inmóviles, atoradas, estancadas. "Qué frustación, al menos lo intentaron", me dije a mi mismo. Una de ellas se separó del grupo mientras las otras resistían la pesada carga. Uffff, ¡qué extenuante! A medida que avanzara el tiempo sería más. Luego, en su lenguaje primitivo, se acercaron otras más para hacer el relevo. "Muy bien pequeñas de cuerpo, pero grandes de corazón, unas guerreras pues". Así, fueron subiendo de nuevo, de las que comenzaron, ninguna renunció a seguir subiendo, sólo se habían agregado otras. Y escalaron y escalaron y escalaron. Faltaba poco. Tan cerca y tan lejos de llegar a la cima. ¿Lo lograrían? Volví a tomar mi cerveza y le dí unos sorbos más y esta vez exclamé: "Yo aquí sentado descansando y ellas peleando en este calor de los mil demonios". Así, veían que se aproximaban a su destino, ya faltaba poco. Un poco más, eso es, así se hace, el último esfuerzo. !Venga, lo lograron! Qué pundonor, me quedé anonadado y emocionado por lo que acababa de ver. Las hormigas y los pájaros hoy me dieron un ejemplo. ¡Qué sabia es la naturaleza, tan perfecta, tan llena de vida! Luis Reyes

jueves, 7 de junio de 2012

Tercer Legrado a nuestras conciencias y el Peje

La simulación de Televisa por demostrar a la ciudadanía que no existe favoritismo ni cerrazón para cualquier candidato a la Presidencia es una falacia, por más que trate de demostrar recientes estudios elaborados de prestigiadas instituciones universitarias o empresas de monitoreo en fechas recientes. La historia nos dice que como cualquier empresa de comunicación, “la casa juega” con la candidatura de Enrique Peña Nieto. De un mes para acá, el interés de la televisora se ha centrado por desmarcarse del candidato tricolor a la Presidencia, debido al movimiento #132 efectuado durante la visita de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana y que ahora se ha extendido a nivel nacional en distintas universidades. Como cualquier movimiento, todos los partidos políticos, buscan beneficiarse del momento, como sucedió con la huelga estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que rechazaba el incremento de cuotas que el ex rector, Francisco Barnés de Castro, quiso imponer sin consultar a la comunidad estudiantil. A lo largo de decenios, Televisa siempre se comportó como soldado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en tiempos del mismo dinosaurio, y durante la alternancia alcanzada por el Partido Acción Nacional (PAN) en el año 2000, como un apostador avaricioso para catapultar desde los micrófonos a su mejor pugilista, aquel político que le permitiera seguir extendiendo su imperio económico, a costa de la libertad de expresión y el derecho a la información, esa ha sido la tónica que maneja, la sigue haciendo. La televisora se ha visto obligada a seguir una supuesta estrategia de apertura, debido reclamo incesante de los nuevos jóvenes, que buscan democratizar a los medios de comunicación, que no están de acuerdo en que se imponga a un candidato desde una concesión otorgada por el gobierno federal para explotar el espectro radioeléctrico, que dentro de nuestra Constitución, nos dice que es de todos los mexicanos, no sólo de una empresa privada. Ayer surgieron rumores de que la Comisión Federal de Competencia aprobaría la concentración entre Televisa y Iusacell, y que según el investigador de la consultora Mediatelecom, Jorge Fernando Negrete, no existe en ninguna otra parte del mundo, “en una misma plataforma que en este caso es el de la televisión abierta, producción y distribución de contenidos, (…) propiciará una megaconcentración de espectro radioeléctrico, porque dejará en sólo dos empresas, ahora socias, la mayor cantidad de espectro nunca vista”. Negrete ayer indicó que con la alianza Televisa-Iusacell “más que entrar como un competidor fortalecido al mercado de la telefonía móvil, lo que buscan es ganar la partida a la evolución tecnológica que apunta a una pérdida del mercado televisivo, y crecer en el de las telecomunicaciones móviles, donde llevarán la mayor ventaja en el segmento de contenidos audiovisuales”. Por ello, a Televisa ya no le interesa tanto que entren nuevos competidores a televisión abierta; ya lo expresó su dueño Emilio Azcárraga Jean, quien escribió en un artículo para el diario estadunidense The Wall Street Journal, que las empresas de telefonía de Carlos Slim Helú necesitan abrirse a la competencia “por el bien de México” (¿populista, no creen?), y en el cual ofreció, de igual forma, permitir que otros competidores ofrezcan servicios de televisión. El mercado de las telecomunicaciones es una mina de oro, tan sólo el año pasado, mostró un crecimiento del 11.3 por ciento y esto se traduce en dinero, cash money. A título personal, lo que ayer vimos con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante su participación en el programa de Tercer Grado, fue un interés repetitivo de los conductores por mostrar en un principio que el candidato de la izquierda sigue siendo el intransigente que no estuvo de acuerdo con los resultados de 2006, aquel que no reconoció su derrota y efectuó un plantón en medio de la avenida Reforma de la Ciudad de México y que irritó a millones de ciudadanos. Se tocaron varios temas, las supuestas encuestas copeteadas de GEA ISA, la guerra sucia, el fraude de 2006, el charolazo que pidió López Obrador de seis millones de dólares para su campaña a través de Luis Costa Bonino, operador de campañas políticas de la izquierda en Latinoamérica, de la cual el Peje se deslindó al mencionar que el video por el que se le acusa, fue editado y no menciona a Luis Creel diciendo que él no acepta tal dinero de esa manera. El recuerdo del fraude sigue vivo y presente: la diferencia porcentual del 0.56 entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, el voto por voto, casilla por casilla, la relación de Hildebrando como proveedor de la base de datos empleada para el Programa de Resultados Electorales Preliminares, empresa de la cual es dueño el cuñado de Calderón, Diego Hildebrando Zavala Gomez del Campo y que ha obtenido en este sexenio contratos millonarios en el gobierno federal con el Instituto Mexicano del Seguro Social y Petróleos Mexicanos. La participación de Televisa fue primordial durante los comicios de 2006, pues antes de la campaña en televisión de que López Obrador era “un peligro para México”, se efectuaron una serie de modificaciones a la Ley Federal de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión. Ley controvertida porque fue aprobada en marzo de aquel año por la Cámara de Diputados en un lapso de siete minutos, por unanimidad. Con dicha ley, se trató de inhibir la competencia y acrecentar el poder del duopolio Televisa-Televisión Azteca. Televisa tuvo participación en aquella campaña sucia con los famosos videoescándalos, al invitar a René Bejarano al programa de Brozo El Mañanero. Todos vimos en tiempo real, un video en el que Bejarano se mostraba nervioso, al observarse él mismo embolsándose fajos de dólares. Después se supo que el empresario argentino, Carlos Ahumada Kutz grabó a escondidas dicha transacción, que le hizo llegar copias de la evidencia a Televisa y que detrás de esta estrategia estaba Diego Fernández de Cevallos y el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, según relata en un libro que escribió. Es la misma estrategia que Antonio Solá sigue ahora con Josefina Vázquez Mota, con los videos editados que se están proyectando en televisión en las que AMLO manda al diablo a las instituciones, con escenas del plantón de Reforma, la participación corrupta de René Bejarano, del reciente charolazo de seis millones de dólares a favor de su campaña y en los que se edita la voz del mismo Peje en el sentido de que “la lucha armada es una posibilidad para lograr la transformación de los pueblos”. Joaquín López Dóriga, Carlos Marín, Carlos Loret de Mola, Denise Maerker y Víctor Trujillo, buscaron por todas formas regresar al pasado y casi obligar al “Peje” a que reconociera la derrota sufrida en 2006. AMLO mantuvo el ritmo de la conversación; sin embargo siguió sin convencer el voto de los indecisos, en dar a conocer su proyecto y plataforma política, a pesar de que jugaba en la cancha de Televisa. AMLO intentó por todos los medios no caer en el juego que proponían los mercenarios de la información, con un discurso aburrido, masticado, conocido. Sin embargo, hay que votar, nuestra democracia todavía está en pañales, con candidatos muy limitados. A título personal, mi voto será para López Obrador, porque considero que hay candidato, hay valores, pero sigue proyectando una imagen arrogante ante la crítica, eso debe cambiar si quiere convencer a aquellos que todavía no deciden su voto, todavía está a tiempo y la ciudadanía, de tomar parte en la contienda. Un voto no emitido es quedarse inmóvil y adoptar una actitud conformista, simplista y no comprometida a lo que México necesita: participación política, pequeña pero necesaria. Luis Reyes

martes, 8 de mayo de 2012

Las redes sociales, espacios para debatir. Este fin de semana se llevó a cabo el primer debate por televisión abierta para las elecciones presidenciales de 2012 y sobre de él, todos pudimos comentar algo dentro de las redes sociales: que la edecán y ex playmate contratada por el Instituto Federal Electoral (IFE) lució un escote muy pronunciado, que degradó el papel de la mujer, que el IFE se disculpó con la ciudadanía por lo sucedido, que Andrés Manuel López Obrador puso de cabeza a Carlos Salinas de Gortari y su relación con Enrique Peña Nieto, y digo “de cabeza” porque así fue. Que Josefina tenía muy estudiado su slogan de ser diferente pero que no prendió. Otros, que el triunfador fue Gabriel Quadri porque fue el que hizo las propuestas, y unos más que Peña Nieto lo ganó y que no se movieron las encuestas, y un sin fin de etcéteras. Quién hubiera imaginado que podríamos hablar de esto en tiempo real en Facebook y Twitter, dos redes sociales que se han convertido en las favoritas en la mayoría de los mexicanos. Creadas aproximadamente hace cinco años para compartir fotos, comentarios, canciones, videos, frases, juegos. ¿Increíble, no creen? Y lo digo para aquellos que no crecimos con la herramienta –que nos apropiamos de ella—, como ahora lo hacen muchos niños que tienen acceso a Internet y que es difícil verlos sin tecnología en sus manos. En el pasado esto hubiera sido imposible, porque la televisión es un medio pasivo a diferencia de las redes sociales que son activas. ¿Por qué resalto su importancia? Porque para hablar de “política”, hasta hace poco la gran mayoría de los mexicanos lo hacíamos a través de las páginas electrónicas de las publicaciones que se mudaron a este medio digital. Sin embargo, ahora lo hacemos con la gran particularidad que lo podemos compartir con nuestros amigos o conocidos. Si nos vamos más atrás, nuestros abuelos y padres sólo tenían la opción de prender la televisión, o de comprar los periódicos y las revistas en el puesto de la esquina, o de adquirir los libros en las bibliotecas y librerías. Incluso para ellos, ahora, este mundo virtual está en sus manos. En la universidad, muchos profesores de la carrera de periodismo y comunicación nos recordaban la frase de “información es poder” y “para hacer un debate se requiere de conocimiento”. Y es precisamente lo que estamos haciendo. Me parece que es muy válido tener nuestras posturas ideológicas y sentir simpatía por algún candidato por redes sociales, aunque esto pudiera parecer fastidioso. En mi opinión, resultan muy productivas, porque podemos compartir información, debatir o cuestionar las propuestas de otros candidatos, revisar los logros que tuvieron en el pasado, los nexos con el poder, saber realmente a quiénes representan y el día que salgamos a votar, lo hagamos de manera razonada. Al final, todos nos beneficiamos porque desmitificamos lo que pensamos o lo que hemos leído y “compartimos” visiones de ver México, distintas algunas, otras desagradables y dolorosas, pero qué le hacemos, al hacerlo significa que le ponemos un poco de sabor al caldo. Somos nosotros y no los políticos los que comenzamos a debatir para que en el futuro no sólo salgamos a votar, sino que podamos ser más partícipes, exigiendo día con día a que tu candidato, si resulta ganador te cumpla, y los otros en respetar el resultado. Sé que la política está muy desgastada y quizá lo que escribí arriba resulte muy utópico, pero si ellos, los políticos no la han recuperado, entonces nos corresponde a nosotros darle el valor que se merece. La democracia no es de un día, se construye a diario, se exige, se cuestiona. Es cierto, ningún político te da lo que tienes ahora, porque todos nos ganamos la vida con nuestro trabajo; sin embargo, las decisiones de los que manejan el país no sólo en lo político, sino en el económico, influyen en nuestra vida diaria para bien o para mal. Monopolio de poder sólo significa una visión del mundo. Hace algunos meses, en los Estados Unidos ya querían regular los contenidos en Internet con la famosa ley SOPA, un proyecto de ley presentado en el Congreso de esta nación para poder cerrar cualquier sitio electrónico del que “se sospeche” pudiera contener material que viole la propiedad intelectual de su propietario original. Esto significaría no poder compartir un video sólo porque una firma transnacional te lo impide. En mi particular punto de vista, se puede ser el creador de algo y explotarlo de manera comercial, pero el conocimiento “no tiene precio, es de cooperación voluntaria”, a decir verdad seguimos siendo personas y somos nuestros mismos autores. Desgraciadamente este medio del Internet está muy limitado para la gran mayoría de la población, a diferencia de la televisión que llega a cada rincón de México. No contamos con la infraestructura y existen intereses políticos no de ahora, de siempre como en cualquier democracia, para controlar estos foros de discusión, como las televisoras que se opusieron a transmitir el debate en cadena nacional y que nos dijeron que no da rating, no da ganancias. Lo cierto es que los millones de comerciales en pantalla si les dan dinero, lo mismo que un partido de futbol, Me dirán algunos “qué bueno son negocios”, la diferencia es que abusan de su poder. Tenemos derecho a divertirnos, tampoco un debate nos hará más democráticos o patriotas, pero de una cosa sí estoy seguro, que el hecho de cuestionar nuestra forma de pensar, nos hará mejores ciudadanos. No importa si sabemos más o menos de un tema o de otro, creo que no somos la gran enciclopedia; sin embargo, podemos comenzar a debatir y a hacerlo con respeto, dejando la descalificación y me refiero a las campañas de odio, porque podemos hacer política de altura con argumentos. Por otra parte, un poco de humor es muy válido, quizá hacerla divertida más no superficial, porque tampoco podemos tragarnos tanta porquería que luego nos enteramos y que la gran mayoría prefiere taparse los oídos, porque es mejor pensar que en México las cosas van bien y puede que sí pero podrían ser mejores. Como mexicanos somos creativos y tenemos soluciones, no sólo los políticos las tienen, pero también hay que exigir que se cumplan, si queremos que las cosas mejoren. Dicho sea de paso, tenemos parte de responsabilidad, está en nosotros en unirnos quizá no en pensamiento, pero sí en decidir por nosotros mismos cómo queremos a México y tal vez trabajar en una organización en la que compartamos un fin común. Quizá, algunos ya lo están haciendo. Luis Reyes

lunes, 16 de abril de 2012

Los tres tristes tigres en el país del PAN













Luis Reyes
En la década de los 80s del siglo pasado, recuerdo con nostalgia, los libros de lectura gratuitos que editaba la Secretaría de Educación Pública. Los que crecimos en aquella generación, aprendimos a leer con ellos, y me atrevo a decir que evocamos con gusto “La rata vieja”, “Chimpete Champata”, “Gotita de agua”, “El león y el ratón”, “El país del pan”, “Tres tristes tigres”. Eran todavía los tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Casi a la par, Televisa transmitía en canal 5 una infinidad de caricaturas, además del programa “Corre GC corre”, basado en el juego de mesa conocido como maratón, donde los niños tenían que responder preguntas elementales de conocimiento general. La estrella era un gato morado de nombre GC, el cual supuestamente competía contra la ignorancia.
Millones de niños nos convertimos en pequeños televidentes de los cientos de series infantiles de aquella época como El Hombre Araña, Transformers, Los Picapiedra, Los X Men, Los Pitufos, Garfield, La Pantera Rosa, Don Gato y su pandilla; historias que en años recientes fueron desempolvadas para llenar las salas de la industria cinematográfica.
Hoy como ayer, también fuimos saturados de millones de cortes comerciales con productos de marcas como Coca Cola, Sabritas, Ricolino, Mattel, etc. Estos y otros anunciantes, crearon personajes amigables con golosinas y juguetes con el fin de fomentar el consumismo infantil. Quién no recuerda al Maguito de Sonrics, el Osito Bimbo, o a Don Galleto de Gamesa, por mencionar algunos.
Por otro lado, “El Tesoro del Saber” era uno de los pocos programas infantiles con fines educativos transmitido por Televisa de forma divertida y novedosa. Los temas que abordaba iban desde el español, las matemáticas, hasta las ciencias sociales y naturales. Su formato resultaba muy llamativo por el uso de títeres y de personajes disfrazados que interactuaban dentro de una granja.
Me remito al pasado porque no dejo de pensar en dos lecturas de aquellos libros de texto con un poco de ironía: “El país del pan” y “Tres tristes tigres”. En la primera porque después de que México alcanzara la alternancia con el Partido Acción Nacional (PAN), éste también se convirtiera en cómplice de la televisora, al acrecentar su dominio oligopólico y sabiendo de antemano que es generador de contenidos y de opiniones con cobertura nacional.
Televisa sabe que las nuevas generaciones están mudando al lenguaje activo que permiten las computadoras y los celulares, debido a que la televisión como lenguaje pasivo, ya no es todo el entretenimiento sino sólo un complemento. Los tiempos han cambiado. Si en el pasado su auge como empresa se debió al proteccionismo y las buenas relaciones con el PRI, ahora con el PAN recurre al poder que le ofrecen la pantalla y los tribunales.
En la segunda, porque tres presidentes corporativos de esta televisora –cada uno en su época—, encontraron más felicidad que tristeza por tener una clase política timorata y temerosa, cada vez más condicionada a no ser censurada o atacada en televisión, con el fin de ascender en sus carreras políticas y olvidando su compromiso con la democracia de nuestro país.
Enrique Peña Nieto ahora es el nuevo proyecto empresarial, ha viajado por toda la República como el rey del spot. Mucha imagen y poco contenido. El lema de "te lo firmo y te lo cumplo" también se expresa para aquellos que le son incómodos a Televisa. El Partido Verde, coaligado con la candidatura de "Gel Boy", ha pedido al Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación que no se le otorgue a Javier Corral su candidatura al Senado, así como arrebatarle su espacio como comentarista en el Instituto Mexicano de la Radio.
Como otros oligopolios, “tragar trigo en tres tristes trastos”, no es parte de la dinastía Azcárraga, cada “tigre” estimuló el apetito de Televisa en los negocios, menoscabando la pluralidad y la competencia, ante los vacíos legales existentes. Debemos tomar conciencia en este debate y manifestarnos en la medida de lo posible con el tipo de televisión que queremos y si queremos también un nuevo Presidente ligado a las televisoras.