martes, 4 de agosto de 2015

Matando periodistas se mata la libertad de cada uno de nosotros




Un periodista trabaja con la realidad, no busca cambiarla, sólo la narra y ofrece una lectura de la realidad. Un periodista informa de sucesos trágicos, de hechos históricos, proezas deportivas o aconteceres de la vida política.

Un periodista está frente a un monitor y un teclado buscando la verdad y la libertad que ofrece la expresión. Sin un periodista no se hubiera conocido lo que sucedió con las amenazas de muerte contra doctores en Ciudad Juárez, con las muertes de los 43 normalistas de Ayotzinapa, de la masacre del Ejército en Tlatlaya, de las personas envenenadas por el derrame que Grupo México dejó en el río Sonora y así un sin fin de sucesos que tienen importancia para nosotros, para nuestros familiares y los que nos siguen.


Con el asesinato del fotógrafo de la Revista Proceso Rubén Espinosa, regresan las heridas de una profesión que es menospreciada por la clase política, que en el mismo gremio la desunión y la desesperanza, hacen que estos hechos atroces se queden en lamentos y no en avances para que de una vez por todas las empresas informativas se comprometan a ofrecer mejores condiciones salariales y laborales.

Cuando a los grupos de poder les es incómodo un periodista que denuncia la corrupción, la ineficiencia para gobernar, las triquiñuelas para robar, estamos inmersos en un ambiente en el que queda muy poco qué hacer, con una sociedad anestesiada o engañada con la censura, el miedo y la falta de participación y solidaridad en la exigencia para crear una mejor realidad.

Un periodista no salva vidas; sin embargo, hace que las vidas de los demás sean escuchadas, tengan eco para que en cierta forma, trasciendan el pensamiento de las personas. Informar no es un crimen no se mata la verdad matando periodistas, pero matando periodistas se mata la libertad de cada uno de nosotros.

No nos van a callar, porque esta es nuestra profesión, porque la amamos y porque si logramos que una historia cambie un poquito la vida de una persona, ya habremos hecho un gran cambio en la percepción de todos los demás.

martes, 2 de junio de 2015

Triatlón, tres deportes en uno.

















Luis Reyes
Para la triatleta de elite sub 23, Ivonne Contreras Delfín, el año pasado fue muy exitoso. Con tan sólo 20 años de edad, ya ha sido campeona mundial de Acuatlón en Edmonton, Canadá y tercer lugar en el Mundial de Triatlón Sprint en esa misma sede, además de lograr el primer lugar en el Circuito Nacional Triatlón Chiapas 2014 y va por más.

En su opinión, el triatlón es un deporte versátil y nada monótono, porque conjunta la carrera, la natación y el ciclismo en uno solo, en un ambiente amigable o de alto rendimiento, y porque en su práctica, lo mismo se puede nadar en el mar o una laguna, o rodar la bicicleta por la carretera para disfrutar del paisaje, sin aferrarse a un sólo lugar y conocer varios a la vez.

Está becada por Talent Project, asociación que reúne a atletas que contribuyen a que otros miembros de la sociedad se motiven para salir adelante. Hace visitas a centros de drogadictos y cuenta su experiencia deportiva, ya que lo que busca no sólo es convertirse en una gran deportista que sueña unos Juegos Olímpicos, sino demostrar que también se puede estudiar una carrera universitaria.

De más pequeña, tuvo una participación en 400 metros planos en Atenas, Grecia, pero el primer acercamiento con el triatlón lo obtuvo en el año de 2012 cuando en el Tec de Monterrey se acercó a una compañera que había asistido a la Olimpiada Nacional y desde entonces no ha dejado esta disciplina, que a su parecer, está creciendo muy rápido en México.

“Cualquier atleta que quiera pertenecer a la selección nacional de triatlón tiene que lograr dos marcas en natación y atletismo. Mi meta es que para enero pueda acreditar éstas, pertenecer a la selección nacional, quedar entre las primeras 10 en el campeonato nacional élite de Veracruz a celebrarse en agosto 2015 y competir en septiembre a Chicago, Estados Unidos, para ser elegible a eventos internacionales”.

“El deporte te da satisfacciones, pone tu cuerpo y tu mente al límite que son factores elementales en este deporte, que en los Juegos Olímpicos de Sidney, Australia, ya fue considerado como disciplina que da medallas. La dedicación, la alimentación, la psicología, la terapia física, dar todo en cada competencia y respetar a tu cuerpo”, menciona la estudiante de Derecho de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán.

Sobre sus entrenamientos, indica que se levanta a hacer bicicleta fija, va a la escuela y luego retoma de nuevo las actividades deportivas. En total entrena entre tres horas y media y cuando está de vacaciones le dedica entre 5 y 5:30 horas porque su interés es demostrarse a sí misma lo que es capaz de trabajar con dedicación y cuidado para alcanzar una meta. “Si quiero ser la mejor tengo que comportarme como tal”, agrega.

Un poco tímida Ivonne dice que admira al español Francisco Javier Gómez Noya, quien ha ganado varias medallas y competencias para su país, un deportista que ha dominado este deporte de 2002 a la fecha; lo considera el mejor triatleta del mundo, ya que es una persona humilde que aunque es el mejor, sabe sus límites y no presume ser más.

“Nadie tiene la carrera deportiva comprada. Soy estudiante y atleta. Me gustaría que le dieran más de acceso a los futuros atletas en competencias nacionales e internacionales. El factor económico influye porque sin él no puedes seguir creciendo y el nivel de México está mejorando muchísimo a nivel Latinoamérica, después de Estados Unidos”.

“Recientemente, la Unión Internacional de Triatlón abrió cuatro plazas olímpicas para México por el rendimiento de sus deportistas. Nunca se había logrado, cuando se crece hacia afuera, el nivel interno también. Hace tres años que me inicié. A los que quieren practican este deporte no lo duden, es muy completo, además de darles beneficios a la salud”, enfatiza.

sábado, 9 de mayo de 2015

Purificación de vida



¿Cómo explicar lo que vivimos? ¿Cómo controlar tu energía con la de los demás? ¿Cómo seguir fluyendo con tu luz interior cuando sólo veías oscuridad en los corazones de otros? Entraban y salían del cuerpo, te dejaban cansado, una y otra vez. Al final no estuvimos solos porque muchos hicieron conciencia y porque esto es sólo una piedra en el camino.

Cada quién lanzaba su hechizo y maldecía. Hoy me tendré qué purificar, hoy me separé de todos para ser yo mismo en los demás. Si hay luz en el camino es porque tú le diste una oportunidad. Por muy exhausto que te encuentres, por muy poca fe que tengas, por difícil que sea el camino, por muchas batallas que tengas qué pasar, hazlo por los tuyos, por las historias qué contarás. Si todo termina o todo comienza, es decisión tuya.

Cuántas voces gritando, cuántas emociones de miedo y rencor recorriendo las paredes de un solo cuarto. Vuelan sin cesar y nadie las puede atrapar. Hubo serpientes por fuera queriendo morder y unas más anidando los huevos del odio y la aniquilación por dentro. Mucha soberbia, poca humildad y todo reducido a cubrir los rostros con falsas máscaras de nuestro ego.

Abrázate a ti mismo, sigue tu camino, despójate de tu persona por un momento y dale la oportunidad a la belleza del mundo por un momento. Escúchate, siéntete, piénsate en este preciso momento. Si el futuro te parece incierto es porque hay que estar en el presente. Si miras al pasado, será sólo para recordar lo único que tendrás para toda la vida: las amistades que construiste y dejar atrás los falsos profetas y compañías.



Te despojarás de lo que te estorba y te asirás a lo que buscas en tu destino. Sentirás que pocos te comprenden, otros te juzgarán, unos más hablarán a tus espaldas, se reirán, te escupirán en el rostro. Cuando el hombre y la mujer se hacen responsables de dar vida, de construir un hogar, de entregar con amor y de fluir ante la adversidad, habrán alcanzado la gloria que sólo puede ofrecer la magia de la existencia terrenal.

La vida no ha acabado, todavía tu corazón late, tu cuerpo se mueve, tu rostro sonríe. Aquí estamos, para seguir vibrando en armonía, con los seres queridos, con los amigos, y construyendo puentes que nos acerquen como hermanos. Que no se nos olvide que llevamos un mensaje que llene de sabiduría y de paz a este país, que Dios guie nuestros corazones hacia un mismo fin.

martes, 17 de marzo de 2015

El Lobo Estepario



Luis Reyes
Tener la corresponsalía de Guerrero no es cosa fácil. En esta entidad convergen acontecimientos donde diariamente se ven involucradas acciones de grupos guerrilleros, bandas del crimen organizado, de organizaciones indígenas, gremiales, magisteriales, campesinas y políticas. Hacer una cobertura tampoco lo es. Por mencionar. Si se realiza un reportaje en Cochoapa el Grande, el municipio más pobre de México –con niveles de miseria comparables a países africanos como Mali—, los accesos son difíciles por sus elevaciones montañosas.

Es en este estado donde Sergio Ocampo Arista trabaja como corresponsal de La Jornada desde hace casi diez años. De 58 años, nacido en Huixtac, municipio de Taxco de Alarcón. Hijo de Inocente Ocampo Rodríguez y Rigoberta Arista Guzmán, nieta de Fortino Arista, quien fuera compañero del general Emiliano Zapata en Jojutla, Morelos. En la Ciudad de México estudió periodismo en la Escuela Carlos Septién García y fue sindicalista en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. En 1982, fundador de Radio Universidad Pueblo y de la estación de radio de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).

Hoy no tenemos una botella de mezcal, tampoco platos de pozole con aguacate y chicharrón o de caldo picoso de víbora de cascabel para conversar y compartir reflexiones. Le pregunto cómo marcó su vida haber sido descendiente de padres zapatistas que tomaron las armas durante la Revolución Mexicana. Su abuelo materno fue coronel zapatista fusilado en 1914 y estuvo en las Fuerzas Especiales de Inteligencia del caudillo del sur. Su padre, formó parte del movimiento revolucionario que alcanzó al estado de Guerrero y que dirigió el campesino y militar Rubén Jaramillo.

“Ser descendiente de padres revolucionarios influyó en mi formación de periodista al grado de adquirir más conciencia en los movimientos sociales. Me vine a Guerrero a fundar Radio UAG. José Enrique González Ruiz (presidente de la Comisión de la Verdad para el Esclarecimiento de la Guerra Sucia en Guerrero), me invitó a trabajar en el proyecto. Sin permisos, nos la cerraron tres años y la reabrimos. Desde que se fundó Radio UAG ha sido la única radio libre. En ella fueron transmitidos los primeros movimientos populares de la entidad y hemos sobrevivido a los embates de las radios comerciales”.

--¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajar como corresponsal de La Jornada?
-- Misael Habana, ex corresponsal en Acapulco de La Jornada me dijo que faltaba un corresponsal en Chilpancingo. Le dije que sí y afortunadamente he tenido total libertad para realizar mi trabajo, por la línea editorial del periódico que le interesan los derechos humanos y los movimientos sociales. Cada año son constantes en Guerrero cubrir las luchas campesinas, de las policías comunitarias o las marchas del magisterio y a recientes fechas las protestas por los normalistas de Ayotzinapa. La Jornada me ha permitido plasmar lo que sucede, lo cual es difícil encontrar. Un medio con el que te acoples en tu visión de compromiso social. Es un periódico abierto, cercano a la sociedad y es un honor trabajar aquí en lo que me gusta.

Para el Lobo Estepario, como conocemos a Sergio de mote, el estado de Guerrero ha sido una especie de laboratorio desde los años sesenta con los movimientos estudiantiles, el surgimiento de Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, la Guerra Sucia –en la que el Estado mexicano efectuó acciones con grupos paramilitares para contener los grupos guerrilleros—, las masacres de Aguas Blancas y El Charco, los éxodos de comunidades a causa del narcotráfico y explica que los pueblos en las distintas regiones de Guerrero están en constante rebeldía. ¿Por qué? Por la corrupción de clase política que es insensible a lo que pasa. Ni siquiera con los gobiernos del PRD se han resuelto los problemas y pareciera que se han incrementado.

“El aporte a la lucha social en el país es importante, falta todavía, lo peor está por venir. Iguala se encuentra militarizado, las costas, la montaña, el gobierno se previene de un estallamiento social. Los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa sentenciaron que no habrá elecciones y hay grupos insurgentes que están a la expectativa de cumplir su papel de lucha social. Hay mucho descontento, un buen análisis se verá en los comicios del 7 de julio. Indudablemente, los partidos políticos no han cumplido con la sociedad: el abandono de los pueblos originarios, el despojo de las mineras, el crecimiento de la inseguridad, el reparto desigual de la riqueza, los conflictos por la madera y el agua. Veo a una sociedad desesperada, molesta y abandonada en cada una de las regiones que visito”.

--¿Qué piensas que debieran hacer los mexicanos para realizar un cambio profundo en nuestro país ante los atropellos de la clase gobernante?
--No tengo confianza de los partidos, me gustan las experiencias de las comunidades que han creado sus propias policías comunitarias. Los pueblos las eligen y sus comandantes transitan por el lado de las asambleas populares. Aquí la mujer es muy participativa como en San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, donde llevan la batuta y están al pendiente de todo. Como dicen los indígenas, los partidos sólo vinieron a dividir, a enfrentar. Hace falta un cambio, trabajar en consejos populares y lograr que la gente participe. El grado de participación en Guerrero de los sectores es amplia.

Se vuelven radicales tal vez porque las instancias gubernamentales no responden a las demandas. Los indígenas traen los oficios que les piden, los entregan a las dependencias y éstas no les responden a sus demandas. Pasan los meses, los años, luego protestan. Hay sectores que recriminan su lucha y esto se debe a que los medios de comunicación electrónicos están al servicio de las transnacionales y crean la percepción de que protestar está mal, pero la situación se torna más compleja cuando no son escuchados.

--¿Por qué crees que existe una percepción negativa del ciudadano capitalino por los movimientos sociales que llegan al Distrito Federal?
Cuando llegan contingentes a la ciudad de México hay lugares como en Milpa Alta donde son bien recibidos. Siempre habrá esa percepción por los medios controlados por el gobierno. Creo que el radicalismo al que han llegado los indígenas y los maestros ha sido porque no hay atención gubernamental a sus peticiones. Por ejemplo, te hablaba de San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, poblaciones que tienen un conflicto agrario de 1965, con una resolución presidencial que intentó solucionar su problemática. Ayer los pueblos nahuas andaban armados disputando la tierra. Pareciera que la lucha es extraña pero no lo es. Lo mismo lo hacen los yaquis en Sonora o los habitantes de Xochicuautla con el río Lerma, que defienden sus aguas.

“El compromiso del periodista en una sociedad como la de Guerrero es que decir la verdad es muy subjetivo; al menos hay que acercarse al sentir de los pueblos, decirle a los lectores lo que está sucediendo en esas comunidades. Cuesta trabajo ser objetivo como en casos tan dolorosos como el de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Hay aspectos que te cuestionas como periodista y tiene que ver con tu ética y principios. Me gustaría que en Guerrero se gestara un cambio que creciera a nivel nacional a través de la movilización. En las dos últimas manifestaciones del Movimiento Popular Guerrerense marcharon unas 80 mil personas que vinieron con la ilusión de lograr un cambio por la vía pacífica.

“En Guerrero hay armas y no creo que esto que estamos viviendo sea una cuestión de armas sino de conciencia. Estoy de acuerdo con Fidel Castro que decía que ésta debe ser una guerra de ideas y las armas serían la última opción. Mientras no logremos convencer a la gente que es necesario cambiar su concepción de la vida será muy difícil cambiar nuestro país. Aquí hay sectores que esperan que la chispa se encienda para que haya un movimiento insurgente, te lo digo porque he platicado con ellos, están cansados e incrédulos, quizá son un sector minoritario, pero las revoluciones las hacen los sectores de avanzada”.

Terminamos la entrevista y reímos, luego me dice que va mandar una nota sobre una reunión en el Tribunal Unitario de Iguala en la que están presentes comuneros de San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan que se disputan más de tres mil hectáreas de tierra, donde hubo al menos un muerto, dos heridos y 14 retenidos en las últimas horas. Para él no hay descanso. Sigue reportando para el portal online, para la edición impresa. Me consta que muchas veces le hemos pedido hasta lo más inverosímil, pero Sergio nunca dice no, siempre busca cómo obtener la información. Ese es el Lobo Estepario, el que deambula de sol a sol por los caminos del sur.

lunes, 23 de febrero de 2015

CARTA A MIS VECINOS, EL GOBIERNO QUE MERECEMOS, EL HOGAR QUE NO MEJORAMOS





Luis Reyes
A mes y una semana de haber tomado la administración como representante de edificio en el condominio en el que vivo, me doy cuenta de lo mal que estamos como sociedad. No se lo tomen personal vecinos, pero parece que somos pocos los que queremos cooperar, muchos son los que se quejan, pero nadie quiere hacerse cargo de una administración y otros ven lo que a su parecer, es lo más justo para sus intereses. El egoísmo, la apatía, la falta de participación, el individualismo, la inconformidad sin sustento, la crítica desde el anonimato, son manías de todos los días.

Escribo mi sentir porque la gran mayoría dio su palabra para sacar adelante un pendiente que se tiene: la colocación del piso. Muy pocos han cooperado, la mayoría dijo que sí y los que dijeron tener problemas para pagar es entendible; no obstante, entendamos que si queremos avanzar, debemos comenzar con hacer un sacrificio para hacerlo en tiempo y forma porque si no el presupuesto vuelve a elevarse. Les pregunto si así vamos a continuar y si en el futuro haremos lo que está en nuestras manos para mejorar el lugar en el que vivimos.

Como saben, también tenemos problemas con la filtración en las paredes en una parte del edificio y ya vienen de nuevo las lluvias. También existe una plaga de cucarachas y afuera del edificio no nos caería nada mal tener más alumbrado para nuestra seguridad. Son muchas las reparaciones que se requieren dentro y fuera del edificio, parece que no vivimos aquí y si esto se deja caer será más difícil levantarlo. Nuestro departamento es nuestro patrimonio, es lo que le dejaremos a nuestros hijos o los que somos solteros, es el lugar en el que viviremos un buen tiempo.

Les cuento. Había una vez un México en el que los niños podían salir a jugar sin el cuidado de los padres. Donde el frutero te regalaba tu pilón cuando comprabas como marchante. Los vecinos se organizaban para hacer posadas, para plantar árboles, para ayudar a la vecina más anciana cuando no podía con las bolsas del mercado. Los hombres cedían el asiento a las mujeres o ellas te regalaban un vaso de agua si te veían con sed. Se soñaba con un país que pudiera salir adelante y que fuera más autosuficiente con el poder de su gente. Eso es sólo un recuerdo de mi infancia.

La palabra solidaridad fue repetida hasta el cansancio en 1991, cuando salieron infinidad de comerciales por televisión durante el sexenio del priísta Carlos Salinas de Gortari. Con los cantantes de Televisa más famosos del momento. Algunos recordaremos el de Jacinto, que corría hacia un anciano y le decía: ¡Don Beto, Don Beto! ¡Ya tenemos carretera! Salinas, usaba un tono de caridad y dolor por los más desamparados. El joven, se dirigía al anciano y le decía: ¡Ora, pero por qué está llorando Don Beto!”. Don Beto contestaba: “Si no estoy llorando Jacinto, lo que pasa es que me entró una basurita en los ojos”. Con música melancólica y lastimera repetían: “Solidaridad, unidos para progresar”.

Con el Tratado de Libre Comercio, Salinas dijo que México estaba a punto de convertirse en país de primer mundo”. Pero no fue así. Antes de terminar su sexenio, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional tomó seis cabeceras municipales del estado de Chiapas, para demandar derechos para los indígenas. Se había derrumbado el México de quimeras y el subcomandante Marcos, vocero del grupo guerrillero, hizo un discurso demoledor a toda la sarta de mentiras que prometió y que nunca llegaron para muchos mexicanos.

Después vino el error del diciembre o ¿cómo decirlo? Devaluación e inflación. Salinas de Gortari culpaba de la crisis económica a las malas decisiones tomadas por su sucesor Ernesto Zedillo Ponce de León. Se lavaba las manos, de los jugosos negocios que hizo al dar a todos sus amigos empresarios, las más importantes paraestatales del país con las privatizaciones. Se autoexilió a Irlanda con el dinero de la partida secreta cuando a su hermano Raúl Salinas fue arrestado por asesinato y enriquecimiento ilícito.

Por eso la gente votó por el llamado cambio que nunca llegó. Con los panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa la inseguridad creció. El panorama nacional se tornó rojo y el grito desesperado de la sociedad fue “No más sangre”. El control de la venta y trasiego de drogas era la causa por la que los cárteles de la droga habían comenzado una guerra encarnizada. Aparecían ejecutados en las calles. El muertómetro. Primero nos hicieron creer que era entre ellos, luego víctimas del fuego cruzado cobraba inocentes. El Ejército era acusado de proteger a los narcos, peor aún, de violar ancianas, matar ciudadanos de a pie y declararse inocente.

La degradación de nuestra sociedad fue materializada con El Ponchis, un joven sicario de 14 años que degollaba a sus víctimas para tener un trabajo. Siguieron las ejecuciones, las amenazas, las extorsiones, los secuestros y como resultado de todo nacieron las autodefensas, grupos de ciudadanos hartos de la criminalidad. De la inacción de las fuerzas del orden, corrompidas hasta los huesos y también… criminales. Michoacán es emblemático porque se gestó una guerra en la que los habitantes que se ganaban la vida honradamente tomaron las armas por desesperación.

El paladín de la justicia, Alfredo Castillo, tomaba el control de la seguridad del estado. El gobernador tricolor Fausto Vallejo en realidad nunca había gobernado como tal. Se enfermó y dejó a la entidad en llamas, con Los Caballeros Templarios evangelizando con parábolas de muerte y destrucción a los que reclutaban para iniciarlos en el credo de la muerte y la podredumbre que puede existir cuando la vida no vale nada y no se respeta el derecho a respirar.

Fuimos testigos de otro suceso trágico y doloroso. Lo vimos el año pasado con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. La gente salió a las calles y se movilizó, al grado tal, que en el plano internacional, la credibilidad y la capacidad del gobierno de Enrique Peña Nieto fue puesta en entredicho. Parece que las cosas han empeorado.

Cito textualmente a Alejandro González Iñárritu, un director mexicano que acaba de recibir el Óscar por mejor película a Birdman y se llevó cuatro Óscares: “Ruego para que podamos encontrar y tener el gobierno que nos merecemos, y la generación que está viviendo en este país (Estados Unidos) pueda ser tratada con el mismo respeto y dignidad que la gente que llegó antes y ayudó a construir este país de inmigrantes. Quizás el año que entra el gobierno le pondrá reglas de inmigración a la academia”.

Lo patético del asunto es lo que hoy el Partido Revolucionario Institucional respondió a lo dicho por Iñárritu: "Coincidiendo en el orgullo mexicano, es un hecho que más que merecerlo estamos construyendo un mejor gobierno". ¿En verdad tenemos el gobierno que merecemos y ellos construyen un mejor gobierno? Más aún, ¿hacemos lo posible para mejorar nuestro entorno en el que vivimos? La mayoría de los problemas en comunidad se dan por una mala relación entre vecinos.

Yo les hablaba de solidaridad y que esta palabra ya no se practica porque se cree que luchando solo contra el mundo se puede cambiar el destino de un país. La realidad es que si no vamos de la mano, nunca alcanzaremos un cambio profundo en México, ya no digamos México, que resulta demasiado grande, digamos la unidad condominal en donde vivo y cambios pequeños, pero muy valiosos para nosotros. Les hablaba de la pintura que la delegación nos iba a poner, incluso se hizo un censo para conocer si eras militante o no del PRD. El partidismo no funciona porque tampoco existe ciudadanía y no existe porque no hemos sido capaces de ser más responsables con nuestro entorno.

Existe una frase que dice que solidaridad “es ayudar y poner tus capacidades al servicio de los demás. Se practica sin distinción de credo, sexo, raza, nacionalidad o afiliación política. La finalidad sólo puede ser el ser humano necesitado. Es la cualidad de continuar unido con otros en creencias, acciones y apoyo mutuo, aún y sobre todo, en tiempos difíciles. En sociología, solidaridad se refiere al sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes. Fuerza, gente, vida, bien, caridad y amor son palabras relacionadas con la solidaridad.

Recordemos que mi derecho como vecino termina donde inicia el derecho del otro, con comunicación, respeto y organización. Muchos de los problemas que tenemos pueden y deben ser solucionados por el gobierno en turno; sin embargo, hay otros que nos toca como vecinos resolver. Nos recuerda Eduardo Galeano que "la caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo".

No es caridad, tampoco es extorsión, se llama cooperación y nos falta mucho trabajar en ella, ser más sinceros, congruentes con lo que decimos y hacemos; proactivos para merecer ya no digamos el gobierno que queremos, para merecer un hogar digno, limpio y cuidado por nosotros mismos, en el que nos sintamos orgullosos y alegres. Desde luego, no tengo el poder para saber qué sucederá en el futuro ni para cambiar el pasado y será lo que queramos y lo que hagamos. Los invitó a que reflexionemos nuestro papel dentro de la sociedad y como vecinos.

sábado, 31 de enero de 2015

Diana Manzo recibe el Premio de Periodismo Cultural Andrés Henestrosa

Foto Jorge Pérez Alfonso














Luis Reyes
Diana Manzo tiene más de un año como corresponsal de La Jornada en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Es una joven de Unión Hidalgo que aunque es madre de familia, a veces nos manda hasta seis propuestas de nota informativa para publicar en un solo día. De ese tamaño es su pasión por el periodismo. Nos dio un enorme gusto en la redacción saber que el pasado 28 de enero, recibió el Premio de Periodismo Cultural Andrés Henestrosa. En la ceremonia de entrega, vestida con una tehuana de coloridos bordados, llamó a los periodistas oaxaqueños a trabajar por profesionalizar al gremio, pues recordó que Oaxaca ocupa el tercer lugar de periodistas agredidos en el país.

Se hizo merecedora de este galardón por publicar un reportaje el 25 de febrero del año pasado sobre el Colectivo Chiquitraca, compuesto por cuatro grafiteros zapotecos, quienes mediante su propia creatividad personal y conjunta, desarrollan el proyecto Ruta Artística del Istmo con Murales, con el que rinden homenaje a los ancianos y ancianas zapotecos, y es que en otras culturas los abuelos son vistos como “estorbos, cansancio y asilo”, mientras para los zapotecos son muy respetados por su sabiduría, experiencia y conocimiento por ser “la biblioteca más grande del hogar”.

Con esa sencillez que la caracteriza me dice que los reporteros de Oaxaca no tienen horario de trabajo: “Trabajan desde temprano, los periódicos cierran adelantos a las dos de la tarde y entregan tres o cuatro notas. La mayoría no cuentan con Seguro Social o Infonavit. Cuando son exclusivos tienen prestaciones. En general, perciben entre tres mil y tres mil 500 pesos, pero si tienen tres empleos puedes ganar alrededor de siete mil 500 a la quincena. La mayoría free lance, lo que significa que nunca van a sumar antigüedad y menos poder retirarse dignamente”.

Habla sobre el trabajo diario con los funcionarios o políticos locales que creen que cuando trabajas existe una amistad con ellos y “cuando sacas notas en su contra se enojan, aunque les des derecho de réplica. En general, si existe un respeto hacia nuestro trabajo de parte de ellos. Algunos tratan de censurarnos o hacen sus desayunos de los días del Periodista o de la Libertad de Expresión, de algún modo agradecimiento, pero si algo no les gusta se molestan o te dejan de hablar”.

Lamenta que en la región de los valles de Oaxaca exista cierto descontento con los que trabajan en el Istmo y recuerda que antes de recibir su premio, días antes hubo colegas que estaban inconformes porque le dieron el premio a ella. Me quedé intrigado y consulté una nota local al respecto. Uno de los inconformes fue el reportero cultural, José Luis Pérez Cruz, quien dijo que quienes participaron en la convocatoria lo hicieron otorgando un voto de confianza a los organizadores del premio, con el fin de demostrar que si hay profesionales exitosos dedicados a informar día a día el quehacer cultural.

Diana dice que esto sucede en cualquier entidad, pero refiere que Veracruz el gremio se ha fortalecido, algunos hartos de la violencia ejercida en contra de los periodistas, debido a que desde el año 2010, han sido asesinados 11 periodistas en esa entidad. Muchos han perdido su empleo en medios locales a raíz de mostrar su inconformidad por redes sociales. Por ello se suma al llamado de "no más asesinatos" en contra de periodistas en ningún lugar del país.

“Debemos ser más maduros como gremio porque las rencillas nos pueden destruir. Anteriormente no había carreras para estudiar Periodismo, todas estaban en la ciudad de México. En la región del Istmo hay un periodista jubilado de El Universal. Estudió en la normal, leía muchos libros y tuvo la oportunidad de ingresar a ese diario. Para nosotros es un periodista, porque ha tenido esa pasión por decir lo que está mal en nuestra sociedad y no cualquiera hace eso. Hay excepciones, algunos buscan beneficio personal o recursos y hay que tener los pies sobre la tierra”.

“Actualmente podemos trabajar unidos en redes digitales, si nos uniéramos seriamos más fuertes como periodistas, no sufriríamos tantas amenazas. Para estudiar mi carrera, tuve que trasladarme a Puebla, porque en Oaxaca sólo hay ciencias de la comunicación y no hay carreras de Periodismo. La mayor parte de los periodistas oaxaqueños estudiaron letras, comunicación o son empíricos, y otros heredaron la trayectoria de sus papás”, explica.

Refiere que su compromiso como periodista es ir a los pueblos a dar a conocer los movimientos de resistencia ante diversos proyectos transnacionales, ser lo más objetiva y veraz, decir la verdad, de aquel que sufre y compartir esa experiencia al lector, esa calidez, “y que sepan que las mujeres zapotecas no están escondidas y abandonadas por salir adelante. Estoy contenta de haber recibido ese premio, me siento rara porque nosotros hacemos la nota, no somos la nota. Los reportajes que he hecho tienen el compromiso de dar a conocer un suceso importante y busco la manera de contarlo de la forma más humana posible”.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Fue el Estado y quiere una Dictadura Perfecta




Luis Reyes
Quisiera decir que la película de "La Dictadura Perfecta" es sólo una mala cinta llena de decepcionante comedia o que la sátira ahí manejada es de lo más inverosímil. Que muchos de los actores que ahí participan son pésimos actores de Televisa, que ellos hicieron programas tan degradantes e idiotas para desviar la atención nacional como "La Parodia", que no existe la televisora mencionada, porque a pesar de que el país está lleno de sangre derramada de personas inocentes, de desaparecidos y ejecutados, ésta sólo lucra con el dolor de las familias mexicanas y las hace un espectáculo. Que es una mentira, pero no.

Ayer llegué temprano para ver dicha película y me irritó profundamente observar hasta tres spots del Partido Verde Ecologista de México en esa sala de cine. Porque a este partido no le importa pagar las multas impuestas por violar el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales porque les deja más dinero promover a los parásitos que proponen como candidatos. Que sus reformas son una "basura" jugando con las emociones de muchos ciudadanos como usted y yo, haciéndonos suponer que sí trabajan reformando sanciones más severas a los que infringen la ley. Actualmente sus legisladores son los lacayos más dóciles del Partido Revolucionario Institucional. Qué parodia tan hermosa, porque son unos delincuentes y también unos malos actores.

Quiero decir que la verdad es otra. Que la compra de publicaciones críticas e independientes en los puestos de periódicos por los gobiernos estatales y municipales es una práctica cotidiana; que 18 periodistas mexicanos permanecen desaparecidos y 108 han sido asesinados desde el año 2000. Que muchos reporteros se han tenido que exiliar, que la mayoría de los medios están comprados para la desinformación y para la censura. Que tengamos que saber la verdad "a cuentagotas" en los estados, que se maquillan las cifras diariamente, como la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, que informó que en el municipio de Allende desaparecieron sólo 28 personas en marzo de 2011 y no 300 como originalmente se dio a conocer. Que sobre ese caso "se sabe que 11 fueron asesinadas y quemadas", como si eso aminorara la situación de que dos policías municipales ya fueron detenidos y consignados, y que habrían participado en los secuestros en complicidad con "Los Zetas".

Ya me cansé de que sólo el 3 por ciento de los periodistas en México está afiliado a un sindicato; el resto, cerca de 30 mil trabajadores se encuentra desprotegido y enfrenta solo por su cuenta la afectación de derechos laborales mientras padece situaciones de alto riesgo. Que muchos han sido ejecutados en el cumplimiento de su ejercicio periodístico, que han dejado a sus familias desprotegidas por haber sido contratados free lance, sin prestaciones ni derecho a la jubilación y sin estabilidad en el empleo. Que los periodistas que trabajan en la calle enfrentan las agresiones de los lectores o televidentes cuando ganan de tres mil a 22 mil pesos en el mejor de los casos o que en los estados les pagan a 20 pesos por nota publicada y que para los pasajes hasta son obligados a vender ejemplares del medio en el que trabajan.

No podemos quedarnos callados, no podemos olvidarnos en épocas decembrinas del caso de los 43 normalistas desaparecidos. Sí existe una política de exterminio del Estado y ayer la revista Proceso sacó uno de los reportajes más escalofriantes que se puedan conocer. El gobierno federal pretendió convencernos que todo el problema se reducía a Guerrero y más aún a Iguala, con la acusación de la familia Abarca y al crimen organizado, como si ellos fueran los únicos culpables de la levantada de los 43 y el asesinato de seis personas el pasado 26 de septiembre. Con el descubrimiento de fosas clandestinas, pretendió que creyéramos que si eran los 43, hasta tuvieron que venir peritos argentinos porque ya nadie les cree.

Con el hallazgo del tiradero de basura donde decían que los habían incinerado, recurrieron a ganar más tiempo, mandando "los huesitos" a Europa para efectuar una investigación más certera y nos diera, en las pruebas científicas, veracidad para conocer efectivamente si eran o no esos jóvenes. Que se pidió la renuncia de Ángel Aguirre Rivero y que eso resolvería el problema. Que en medio de esa cloaca se descubrió la corrupción imperante y grosera que existe en las casas de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, a cambio de favorecer al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú con jugosos negocios. Como cuando ambos eran funcionarios en el gobierno mexiquense y donde ese delincuente de cuello blanco y dueño de Grupo Higa, fue y sigue siendo uno de los principales contratistas. Tan sólo siendo Peña Nieto gobernador, se le adjudicaron obras por unos 8 mil 807 millones de pesos.

Hoy la revista Proceso confirma algo que se han negado a reconocer: Fue el Estado. En su trabajo periodístico, realizado con el apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley con base en testimonios, videos, informes inéditos y declaraciones judiciales, muestra que la Policía Federal participó activa y directamente en el atentado. La historia oficial es que la noche del 26 de septiembre policías de Iguala y Cocula, obedeciendo órdenes del alcalde igualteco, atacaron a los normalistas de Ayotzinapa, mataron a tres y a otros 43 se los entregaron a Guerreros Unidos, grupo que presuntamente los asesinó e incineró.

La historia no oficial es que el ataque fue orquestado y ejecutado por la misma Policía Federal con la complicidad o franca colaboración del Ejército Mexicano. Existen 12 videos grabados por los estudiantes que están en poder de ese semanario y que refuerzan la investigación. Una publicación perseguida y asediada de no recibir dinero de la propaganda oficial en sus páginas. Mientras tanto, La Jornada el día de hoy da a conocer que el gobierno de San Luis Potosí le dio a la automotriz alemana BMW un millonario contrato transexenal por instalar una planta; esta empresa recibirá 3 mil 500 millones en incentivos y apoyos. Así se hacen los negocios en México. "Mátenlos en caliente" y gaste dinero público para favorecer a transnacionales.

Es un momento histórico. Los verdaderos periodistas tienen la oportunidad de seguir publicando lo que es necesario para desterrar el mal endémico de la clase política. Los ciudadanos para seguir informándose verazmente por redes sociales y participar desde sus trincheras si ya están cansados. Se debe encontrar con vida a los 43 normalistas y que exista "castigo" hacia los responsables. No debe quedar impune este caso. Es una vergüenza internacional y requerimos urgentemente paz y un mejor país. A mi parecer se debe impulsar la salida de Enrique Peña Nieto y de todo su gabinete. Nadie de afuera vendrá a salvarnos, ni Barack Obama, quien ofreció ayuda a México y ellos, los estadunidenses, son los principales consumidores de narcóticos y proveedores de armas de los grupos delincuenciales que operan aquí.

La próxima vez que ataque o agreda a un periodista, pregúntese si en realidad le está diciendo la verdad o sólo es un vocero más infiltrado en los medios de comunicación. Ponga en duda toda información, respete el trabajo de los que si quieren un cambio en el país, de los activistas y abogados por redes sociales. Recuerde que Ayotzinapa es como la noche de Tlatelolco. Si no nos unimos como sociedad, no pedimos mejores condiciones en el país, si no lo hacemos hoy, será más complicado. Ya ha costado muchas vidas, muchos desaparecidos. Ni uno más, no más dictaduras perfectas. Nunca más. Me duele decirlo, fue el Estado y me duele México.