Un espacio cibernauta en el que Dios no tiene la última palabra y Lucifer podría dártela
domingo, 13 de junio de 2010
La historieta (Primera parte)
Luis Reyes
La historieta cumplió 102 años de tradición como cultura popular en México si se toma como referente la primera que dio a conocer el ilustrador Guadalupe Posada en sus hojas sueltas en 1908, según Ramón Valdiosera, pionero de este género narrativo.
Desde hace años la presencia de la llamada “revista de monitos” en los puestos de periódicos es casi nula. Según varios dibujantes adolece por la falta de contenidos y de una industria, la situación económica y el poco entendimiento entre editores y creadores, lo que obliga a los dibujantes a trabajar para editoras extranjeras.
Además varios expertos coinciden en que la historieta mexicana de masas, la que leyeron nuestros abuelos y padres, la de los grandes tirajes, murió.
Pero ¿cómo llegó a su decadencia? Armando Bartra señala sun punto de partida en los años 50 cuando surge la historieta El Santo. El autor José G. Cruz llevó la trayectoria de este personaje de la lucha libre a la historieta, que coincidió con la aparición de la televisión. Esa es la razón, indica, que el Santo sea “un superhéroe a la mexicana que no hubiera pasado de ser conocido en algunos pueblos”.
El experto explica que para mediados de los 60 la historieta entra un largo periodo de decadencia. En los 70, quizás el más original y creativo historietista es Eduardo del Río. “Rius hace un lenguaje suyo en Los Supermachos y en los 130 libros historietados llenó la industria en los últimos 40 años.
“De carácter más popular y con menos originalidad en aquella época recordaría Chanoc, un personaje que se llevó al cine. Era escrito por Pedro Sapien y dibujado por Ángel Mora”, recuerda.
Para fines de los 60 y principios de los 70 –narra— incursionan El Chamuco y La Garrapata, publicaciones de cartón, historieta con sátira política. Gis y Trino en 1987 crean la serie El Santos publicada en El Occidental. Posteriormente El Santos contra la Tetona Mendoza y La Chora Interminable, en La Jornada.
Le siguieron El Fisgón, Rocha, Helguera, en los suplementos del mismo diario, lo que permitió que cartonistas que no eran necesariamente historietistas pudieran hacer a la par estas actividades.
Bartra cuenta que en los 80 y 90, lo único rescatable es la historieta marginal. Paulatinamente esta industria se va “desmoronando” y cae en la rutina. “Ya no tiene la misma penetración, ganancias y utilidades”.
Según el estudio Debut, beneficio y despedida de una narrativa tumultuaria: Globos globales 1980-2000, de Armando Bartra, desde los 80 decae la historieta comercial mexicana de grandes tirajes y en los 90 agoniza. La globalización permitió que se incrementara la afición al cómic norteamericano y japonés entre niños y jóvenes de clase media.
El boom del manga y los superhéroes es un fenómeno consumista que se materializó en historietas coleccionables, pero también en pins, tarjetas, posters, figuras, cachuchas y camisetas, una industria en la que “el fascículo de 36 páginas engrapado, ya no es el pilar de esa industria”.
El estudio agrega que esta cultura "fanática y multitudinaria" buscó espacios dentro de las llamadas convenciones como La Mole, Conque o Mecicif en torno a astros del cómic mundial como Hill Eisner, Stan Lee o Todd Mc Farlane.
Alrededor de la industria del cómic extranjero surgieron tiendas de tiendas de comics como Comics SA, Comicastle, Manticora, Arkham, entre otras.
Gantus, organizador de Conque, la primera convención de cómics organizada en México, recuerda que en los 80 era muy popular El Hombre Araña, casi lo único que había, y fue publicado en distintas épocas en La Prensa, Mac Divison, Novedades, Vid, Marvel y Televisa.
En aquélla época también se publicaron revistas de humor tales como Videorisa, Milchistes, Simon Simonazo, que utilizaban elementos gráficos para sustituir las palabras altisonantes, y parodiaban películas y programas de televisión.
El también articulista menciona que El Chahuistle fue la primera revista de humor político desde La Garrapata dirigida por Rius, El Fisgón, Helguera, Patricio y que posteriormente se convirtió en El Chamuco.
Gantus menciona que en 1996, surgió un proyecto del cómic editorial: Toukan Manga, en donde varios dibujantes intentaron hacer una versión mexicana del manga de series de televisión y videojuegos como Dragon Ball Z, Yu-Gi-Oh, Street Fighter, Mega Man, entre otros.
En los años decadentes de la industria y junto al auge del cómic anglófono, surgió, se desarrolló y tuvo su auge la historieta de autor, un cómic alternativo, con la proliferación de monitos renovadores, sofisticados, ambiciosos, “que no desdeñan los mensajes crípticos y el alucine formal”.
En entrevista Bartra comenta: “Aparecen dibujantes que crean historietas por su cuenta y encuentran la posibilidad de trabajar en industrias editoriales externas. Humberto Ramos, Francisco Herrera, Edgar Delgado, Paco Medina, Raúl Treviño, Mauricio Herrera, Dany Pérez por mencionar algunos”.
En los 90 salieron historietas independientes como Dramatus, Cinacros, Ransom, Caribu-lu, La Iguana, que no llegaron más allá del numero 6. De ahí salieron algunos de los autores actuales de cómic en México.
Una publicación que surge en este decenio es El Chamuco. Antonio Helguera sostiene que desde su creación en 1996, “es un espacio abierto para que caricaturistas e historietistas –incluso no políticos- publiquen libremente su trabajo y obtengan una remuneración justa por ello”.
En su primera época, anota, era la única publicación que imprimía los trabajos de Jis y Trino, sin la más mínima censura. Por sus páginas han aparecido trabajos de Ricardo Peláez, Edgar Clément, Pepeto y Cintia Bolio, la única caricaturista mujer que publica hoy en día en México.
Por su parte, Gantus señala que también nace El Gallito Inglés, fundada por Edgar Clement, Ricardo Pelaez, Erick Proaño, Jose Quintero, Luis Fernando, Victor del Real, Ahumada; y Molotov donde colaboraban Bef, Bachan, Alfonso Acosta, Carcass y Vera. Las primeras revistas de historietistas independientes en México.
Destaca que en abril de 2006 editorial Caligrama aparece cuando “muchos dibujantes habíamos dado por perdida la posibilidad de difundir historieta de tipo autoral”, lo que unificó a un grupo de creadores cuyo material era extenso, respetó los derechos de los autores y abrió una puerta a que no fuera un esfuerzo aislado que cada autor publicara su obra.
Agrega que no existe un interés por el producto de la historieta, ya que implica “mucho trabajo y recuperación lenta para una editorial grande; les resulta muy complicado, principalmente por desconocimiento”.
"El editor debe de comprender que sin artista no hay obra, tiene que conocer a sus autores y los dibujantes deben de saber que el editor es la persona encargada de llevar su obra a donde tiene que llegar".
Para Gantus, la historieta para el mexicano en su entretenimiento y referencia visual es “de paraísos inalcanzables y situaciones cotidianas, donde los jóvenes consumen en ellas prototipos de lo que les gustaría ser”.
Lamenta que la historieta mexicana haya perdido la condición de ser “un espejo de los diferentes estratos de la sociedad mexicana y por lo tanto empieza a reflejar situaciones que no corresponden a nuestra realidad”.
sábado, 12 de junio de 2010
domingo, 6 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
Buscan edificar nuevo albergue de enfermos terminales
El 6 de agosto de 1978, José Leonardo Romero, enfermo terminal, funda Árbol de la Vida. En el transcurso de su vida, sufrió cuatro infartos. Los médicos le dieron tres meses de vida. Sin embargo, vivió 20 años más. En ese lapso, se dedicó a atender pacientes terminales. Los enfermos vivieron hacinados entre polvo y techos de lámina en una casa de la Portales ocho años. Luego, llegaron a Iztapalapa con cuartos, camas, techos y pisos improvisados. Hoy el centro quiere crecer para seguir alojando a más enfermos.
“Cuando papá muere el 12 de diciembre de 1997, yo tenía 22 años y la gente decía, ¿cómo, te vas a hacer cargo de esto? La gente no creía en mí. Hubo problemas todo el año. Esa fue la herencia que me dejó”, relata Elena Romero, directora del centro.
Explica que desde hace 31 años, Árbol de la Vida ha recibido aproximadamente a 18 mil 600 enfermos y mensualmente llegan 50 pacientes a su centro ubicado en el número 49, de la calle Aztecas, en el barrio La Asunción. La mayor parte de los que ingresan al lugar son portadores del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), aunque también los hay con retraso mental, parálisis cerebral, epilepsia, lisiados y ancianos.
En el lugar, menciona, se les proporciona albergue, alimentos, medicamentos y en casos graves se les lleva al hospital; además de las terapias grupales tres veces al día, y de las terapias individuales con un grupo de tanatólogos y psicólogos voluntarios. La capacidad del albergue es de 30 personas; sin embargo, hay sobrecupo porque la gente abandona a sus familiares en la puerta del albergue.
Para mantener los gastos, Elena relata que recibe donaciones en especie y en diciembre la gente se sensibiliza “y es ahí donde se junta para todo el año”. Otra fuente de ingresos, refiere, es la venta de libros con historias y testimonios de la institución con un costo de 100 pesos. Detalla que los enfermos terminales de Árbol de la Vida ofrecen sesiones en los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA).
“Creo que tiene mucho impacto porque en AA están en duda de cambiar hábitos de alcoholismo. Lo que hacen los compañeros de Árbol de la Vida es pasarles un mensaje; ellos fueron alcohólicos y drogadictos pero hoy viven con una enfermedad crónica y en su momento terminal. Mucha gente a través los compañeros de Árbol de la Vida han cambiado su vida”
“Los de Árbol de la Vida responden sus preguntas de cómo se contrae el SIDA, los síntomas, o cómo le hicieron para alejarse de las drogas. A diario tenemos cuatro salidas para dar pláticas a grupos AA los 365 días del año. También nos han invitado a Guadalajara, Toluca, Puebla, Pachuca. Los gastos y viáticos los paga el grupo que nos invita”.
Elena aclara que Árbol de la Vida no está a favor de la eutanasia, aunque, enfatiza, haya pacientes que en fase terminal lo piden porque los dolores son intensos, ya sea diarreas incontrolables o porque están fastidiados de tanto medicamento. “Llegan a pedir que les pongas algo para que ya termine su vida entre la impotencia y la desesperación, En esta fase el mejor medicamento es el perdón para que al menos ya no se vayan con tanta carga emocional”, afirma.
Asimismo, subraya que el rechazo hacia ellos es evidente en lo social, lo familiar e incluso en los hospitales en el caso de la gente que tiene SIDA. “Tratamos de trabajar con la familia para que no los abandone; en la mayoría de los casos nos dejan teléfonos y direcciones equivocadas y ya no se les vuelve a ver jamás. Yo no los culpo porque hay pacientes que les robaron o pegaron a sus familiares”.
Indica que los enfermos muestran cargas emocionales muy fuertes. “Lo único que se les pide es que dentro de las terapias hablen con la verdad, con honestidad porque en base a eso vamos a poder ayudarlos”.
“Los portadores de SIDA no quieren decir que se prostituyeron, que empezaron a temprana edad. A través del tiempo uno se va a dando cuenta te das cuenta que muchos mienten; los vas tratando de ayudar a modo de que traten de ser lo más honestos que puedan”.
Sobre la promoción, dice que llega sola. “Siempre que viene el Día Mundial del SIDA vienen a entrevistarnos de la radio, la televisión, los periódicos y las revistas. Mucha gente nos conoce aunque no todos hacen algo por nosotros”.
Lamenta que cuando la gente sabe de su labor por los medios, las personas piensan en llevar a su papá o su hermano y dejar la responsabilidad al centro. “Honestamente más que ropa, víveres, despensas, medicamentos, camas o cobijas, lo que más nos donan son pacientes. No pasa de que te digan: felicidades qué bueno que estás haciendo esa labor”
“Siento que la gente debería venir a pasar una semana aquí a cambiar pañales, bañar enfermos y para ver si así se sensibilizan. A la gente se le han olvidado los valores humanos, ya no quiere hacer nada. Si tienes dinero vales y si no, no vales nada. Nadie escarmienta hasta que no le toca”
“Conozco a padres y madres bien económicamente y tienen hijos con cáncer. Ni todo el dinero ha podido pagar su salud. Creo que la vida es una y hay que aprender a vivir con lo que se tiene y con lo que no. Eso nos cuesta mucho trabajo aceptar, porque somos un mundo materialista”.
Elena recuerda que su padre le decía que “cuando se rompen las cadenas del egoísmo nace el amor. Aquí les decimos: Y después de sufrir, llorar y quejarte, ¿qué más sabes hacer?”. Actualmente Árbol de la Vida quiere edificar un nuevo centro que se tiene planeado construir en agosto. Para mayores informes y donaciones visitar la página www.vxmas.org o al correo vxmas.esfuerzospuntuales@gmail.com
miércoles, 2 de junio de 2010
Iniciativa México
sábado, 29 de mayo de 2010
Alicia en el paìs de la maravillas
Fui a ver la película Alicia en el país de las maravillas del director Tim Burton. En la trama el Sombrerero Loco le pregunta tres veces a Alicia ¿En que se parece un escritorio a un cuervo? La pregunta es difícil y se parece a la de ¿existe ética en el periodismo?
En la vida diaria nos encontramos con lambiscones que buscan en todo momento agradar a una Reina Roja. Son capaces de horrorizar su nariz, su panza y sus orejas para hacer sentir bella a la Reina Roja aunque ésta tenga una cabezota.
Es mejor ser temido que amado y dominar a los seres vivientes, dice la Reina Roja que, para subsanar su soledad en este mundo, se sacia con grandes bocadillos, falsos sirvientes, amores traicioneros y placeres extremos.
También hay monstruos que toda su vida se han dedicado a espantar a los demás porque es lo único que aprendieron a hacer; hasta ellos se cansan de serlo por siempre.
El personaje del monstruo también es confuso porque Alicia se acerca a ese ser despreciable y le regresa un ojo que un ratoncito le quita en una batalla. En agradecimiento, éste le lame la herida que le causó a Alicia en aquella batalla y la sana. Posteriormente se vuelve un aliado de Alicia.
Además hay conejos temerosos que se arman de valor, hay ratones desconfiados que a ciencia cierta le dan su respaldo a quien no conocen, y gemelos confundidos que también pueden dar una respuesta en consenso.
También está el pueblo, que espera que alguien venga a salvarlos, un mesías llamado Alicia que los saque de esa oscuridad en la que viven, pero que no hacen nada porque así están bien.
En la vida también nos encontramos con personajes como la Reina Blanca, que saben que aunque la violencia no lo resuelve todo, la valentía permite al ser humano cambiar el rumbo de las cosas por un breve momento.
Alicia está cansada de que le digan qué tiene qué pensar y hacer, ella sólo quiere tomar sus propias decisiones pero no está segura de querer hacerlo. El destino la puso ahí. Libre albedrío.
A diferencia de lo que sucede en el libro, la película muestra a una Alicia que piensa que eso es un mundo irreal, un sueño del que pronto va despertar. La verdad es real y sólo así su podrá regresar a su mundo.
Lo vivimos a diario y cada uno de nosotros hemos tomado uno de esos papeles en algún momento.
Al final Alicia tiene que enfrentarse con Jabberwocky, un dragón controlado por la Reina Roja. Curiosamente el nombre de ese dragón es un poema de Lewis Carroll, escrito de una forma que no tiene sentido. Alicia se motiva con seis imposibilidades para derrotar a la bestia fantástica.
Responderlas tal vez nos permita conocernos más a fondo y conocer nuestra propia naturaleza. Ser éticos reside en nuestra propia persona.
La respuesta de Alicia para la pregunta es: ¡Vaya, parece que nos vamos a divertir! Me encanta que hayan empezado a jugar a las adivinanzas.