domingo, 14 de diciembre de 2014

Fue el Estado y quiere una Dictadura Perfecta




Luis Reyes
Quisiera decir que la película de "La Dictadura Perfecta" es sólo una mala cinta llena de decepcionante comedia o que la sátira ahí manejada es de lo más inverosímil. Que muchos de los actores que ahí participan son pésimos actores de Televisa, que ellos hicieron programas tan degradantes e idiotas para desviar la atención nacional como "La Parodia", que no existe la televisora mencionada, porque a pesar de que el país está lleno de sangre derramada de personas inocentes, de desaparecidos y ejecutados, ésta sólo lucra con el dolor de las familias mexicanas y las hace un espectáculo. Que es una mentira, pero no.

Ayer llegué temprano para ver dicha película y me irritó profundamente observar hasta tres spots del Partido Verde Ecologista de México en esa sala de cine. Porque a este partido no le importa pagar las multas impuestas por violar el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales porque les deja más dinero promover a los parásitos que proponen como candidatos. Que sus reformas son una "basura" jugando con las emociones de muchos ciudadanos como usted y yo, haciéndonos suponer que sí trabajan reformando sanciones más severas a los que infringen la ley. Actualmente sus legisladores son los lacayos más dóciles del Partido Revolucionario Institucional. Qué parodia tan hermosa, porque son unos delincuentes y también unos malos actores.

Quiero decir que la verdad es otra. Que la compra de publicaciones críticas e independientes en los puestos de periódicos por los gobiernos estatales y municipales es una práctica cotidiana; que 18 periodistas mexicanos permanecen desaparecidos y 108 han sido asesinados desde el año 2000. Que muchos reporteros se han tenido que exiliar, que la mayoría de los medios están comprados para la desinformación y para la censura. Que tengamos que saber la verdad "a cuentagotas" en los estados, que se maquillan las cifras diariamente, como la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, que informó que en el municipio de Allende desaparecieron sólo 28 personas en marzo de 2011 y no 300 como originalmente se dio a conocer. Que sobre ese caso "se sabe que 11 fueron asesinadas y quemadas", como si eso aminorara la situación de que dos policías municipales ya fueron detenidos y consignados, y que habrían participado en los secuestros en complicidad con "Los Zetas".

Ya me cansé de que sólo el 3 por ciento de los periodistas en México está afiliado a un sindicato; el resto, cerca de 30 mil trabajadores se encuentra desprotegido y enfrenta solo por su cuenta la afectación de derechos laborales mientras padece situaciones de alto riesgo. Que muchos han sido ejecutados en el cumplimiento de su ejercicio periodístico, que han dejado a sus familias desprotegidas por haber sido contratados free lance, sin prestaciones ni derecho a la jubilación y sin estabilidad en el empleo. Que los periodistas que trabajan en la calle enfrentan las agresiones de los lectores o televidentes cuando ganan de tres mil a 22 mil pesos en el mejor de los casos o que en los estados les pagan a 20 pesos por nota publicada y que para los pasajes hasta son obligados a vender ejemplares del medio en el que trabajan.

No podemos quedarnos callados, no podemos olvidarnos en épocas decembrinas del caso de los 43 normalistas desaparecidos. Sí existe una política de exterminio del Estado y ayer la revista Proceso sacó uno de los reportajes más escalofriantes que se puedan conocer. El gobierno federal pretendió convencernos que todo el problema se reducía a Guerrero y más aún a Iguala, con la acusación de la familia Abarca y al crimen organizado, como si ellos fueran los únicos culpables de la levantada de los 43 y el asesinato de seis personas el pasado 26 de septiembre. Con el descubrimiento de fosas clandestinas, pretendió que creyéramos que si eran los 43, hasta tuvieron que venir peritos argentinos porque ya nadie les cree.

Con el hallazgo del tiradero de basura donde decían que los habían incinerado, recurrieron a ganar más tiempo, mandando "los huesitos" a Europa para efectuar una investigación más certera y nos diera, en las pruebas científicas, veracidad para conocer efectivamente si eran o no esos jóvenes. Que se pidió la renuncia de Ángel Aguirre Rivero y que eso resolvería el problema. Que en medio de esa cloaca se descubrió la corrupción imperante y grosera que existe en las casas de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, a cambio de favorecer al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú con jugosos negocios. Como cuando ambos eran funcionarios en el gobierno mexiquense y donde ese delincuente de cuello blanco y dueño de Grupo Higa, fue y sigue siendo uno de los principales contratistas. Tan sólo siendo Peña Nieto gobernador, se le adjudicaron obras por unos 8 mil 807 millones de pesos.

Hoy la revista Proceso confirma algo que se han negado a reconocer: Fue el Estado. En su trabajo periodístico, realizado con el apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley con base en testimonios, videos, informes inéditos y declaraciones judiciales, muestra que la Policía Federal participó activa y directamente en el atentado. La historia oficial es que la noche del 26 de septiembre policías de Iguala y Cocula, obedeciendo órdenes del alcalde igualteco, atacaron a los normalistas de Ayotzinapa, mataron a tres y a otros 43 se los entregaron a Guerreros Unidos, grupo que presuntamente los asesinó e incineró.

La historia no oficial es que el ataque fue orquestado y ejecutado por la misma Policía Federal con la complicidad o franca colaboración del Ejército Mexicano. Existen 12 videos grabados por los estudiantes que están en poder de ese semanario y que refuerzan la investigación. Una publicación perseguida y asediada de no recibir dinero de la propaganda oficial en sus páginas. Mientras tanto, La Jornada el día de hoy da a conocer que el gobierno de San Luis Potosí le dio a la automotriz alemana BMW un millonario contrato transexenal por instalar una planta; esta empresa recibirá 3 mil 500 millones en incentivos y apoyos. Así se hacen los negocios en México. "Mátenlos en caliente" y gaste dinero público para favorecer a transnacionales.

Es un momento histórico. Los verdaderos periodistas tienen la oportunidad de seguir publicando lo que es necesario para desterrar el mal endémico de la clase política. Los ciudadanos para seguir informándose verazmente por redes sociales y participar desde sus trincheras si ya están cansados. Se debe encontrar con vida a los 43 normalistas y que exista "castigo" hacia los responsables. No debe quedar impune este caso. Es una vergüenza internacional y requerimos urgentemente paz y un mejor país. A mi parecer se debe impulsar la salida de Enrique Peña Nieto y de todo su gabinete. Nadie de afuera vendrá a salvarnos, ni Barack Obama, quien ofreció ayuda a México y ellos, los estadunidenses, son los principales consumidores de narcóticos y proveedores de armas de los grupos delincuenciales que operan aquí.

La próxima vez que ataque o agreda a un periodista, pregúntese si en realidad le está diciendo la verdad o sólo es un vocero más infiltrado en los medios de comunicación. Ponga en duda toda información, respete el trabajo de los que si quieren un cambio en el país, de los activistas y abogados por redes sociales. Recuerde que Ayotzinapa es como la noche de Tlatelolco. Si no nos unimos como sociedad, no pedimos mejores condiciones en el país, si no lo hacemos hoy, será más complicado. Ya ha costado muchas vidas, muchos desaparecidos. Ni uno más, no más dictaduras perfectas. Nunca más. Me duele decirlo, fue el Estado y me duele México.